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Un 67% más de ingresos y “negligencia” con un ludópata: el líder de las apuestas con el que Blackstone va a hacer caja

Un 67% más de ingresos y “negligencia” con un ludópata: el líder de las apuestas con el que Blackstone va a hacer caja

El mayor fondo del mundo prevé colocar en Bolsa un 25% de Cirsa, que ha recurrido en el Supremo una condena por incitar al juego a un joven adicto que se apropió de 1,22 millones para apuestas deportivas

Tras las concesiones de agua o el ladrillo, los puertos: la nueva apuesta inversora del magnate del juego Manuel Lao

16.000 empleados, 433 casinos (266 en España), 280 salas de juego, 27.693 máquinas de azar o 2.563 millones de euros de ingresos en 2024, un 67% más desde que está en manos del fondo Blackstone.

Son las grandes cifras de Cirsa, líder del juego y las tragaperras en España, y dueño de Sportium, la mayor casa de apuestas deportivas del país, cuya “negligencia” en el control de la ludopatía ha ratificado la justicia española en una reciente sentencia que la compañía tiene recurrida en el Tribunal Supremo. Ahora su propietario, el mayor fondo del mundo, quiere hacer caja sacando la empresa a Bolsa.

Según Expansión, el operador de casinos, máquinas recreativas, apuestas deportivas y juego online, con presencia en once países, quiere empezar a cotizar a mediados de abril. Lo hará mediante una colocación de entre 700 y 1.000 millones, a través de una oferta pública de suscripción (OPS) de nuevas acciones y una oferta pública de venta (OPV) de títulos existentes.

Esta operación, con la que se lleva años especulando, valoraría el 100% del grupo en hasta 4.000 millones. Con ella, el fondo estadounidense, conocido por haber sido durante años el mayor propietario de viviendas en alquiler en España, espera colocar al menos el 25% de las acciones del grupo. Blackstone adquirió Cirsa en 2018 al fundador, el multimillonario almeriense Manuel Lao, por un importe que no se hizo público pero que se cifró en unos 2.000 millones, deuda incluida.

Cirsa entonces facturaba unos 1.000 millones menos que ahora y su deuda era de unos 950 millones, frente a los 2.638 millones actuales. Este endeudamiento equivale a 3,8 veces su beneficio bruto operativo (Ebitda), frente a las 17,6 veces que alcanzó este ratio en 2020, cuando los ingresos de este sector se hundieron por la pandemia de coronavirus. 

En 2024, el beneficio neto de Cirsa se desplomó un 84%, hasta 12,6 millones, por los mayores costes financieros derivados de las refinanciaciones de su deuda, pero el Ebitda fue de casi 700 millones, un 11% más. De esa cifra, la mayor parte vino de España (48,7%), seguida de Panamá (13%), Colombia (9,4%), México (7,9%) e Italia (7,6%).

La facturación superó la barrera de los 2.000 millones, un 8% más, gracias al impulso de la división de juego online, que ya es la segunda línea de negocio más relevante, solo superada por los casinos, que aportaron 968,2 millones, un 4% más.

El área online, con Sportium a la cabeza (presente en siete países y que tiene la mayor red de locales del mercado), facturó 420 millones en 2024, un 29% más, y fue la línea de negocio con mayor crecimiento, gracias a las adquisiciones de Apuesta Total, en Perú, y CasinoPortugal, dos de los principales operadores de juego online en esos dos países. 

“Valor sostenible”

En su web, Cirsa presume de su compromiso con la creación de “valor sostenible. A través de políticas ambientales, sociales y de juego responsable, buscamos un impacto positivo a largo plazo en la sociedad y el medio ambiente. Trabajamos incansablemente para equilibrar el éxito empresarial con la responsabilidad corporativa”.

Esta declaración choca con algunos acontecimientos recientes, como el despido de 22 trabajadores en Perú en 2022 tras formar un sindicato, o los hechos probados de una reciente sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona.

En diciembre de 2023, la Sala de lo Civil condenó a Cirsa a indemnizar con 766.780 euros, más intereses, a los dueños de una constructora catalana cuyo ex contable les sustrajo más de 1,2 millones para realizar apuestas deportivas con varios operadores, principalmente Sportium. Los hechos se remontan a 2015 y 2016. Entonces, Cirsa, que desde 2006 pilota el actual consejero delegado, Joaquim Agut, todavía pertenecía a Lao.

Este empresario, hoy octogenario, y que apareció en la lista Falciani o Los Papeles de Panamá, ha diversificado su fortuna tras vender a Blackstone en 2018 casi todos los activos de Cirsa, la empresa que fundó en Terrassa junto a su hermano en 1978. Hoy Lao reparte su patrimonio en sectores como el inmobiliario (tiene un 6,27% de Merlin Properties, la mayor socimi de España), la construcción (Sacyr, con un 5,11%) o el hotelero, junto a otros como el agroalimentario, de infraestructuras (como concesiones de agua) y defensa, a través del fondo Hyperion, de Pablo Casado.

La sentencia dictada el 1 de diciembre de 2023 por la Audiencia de Barcelona revocó una resolución previa del Juzgado de Primera Instancia Número 7 de Terrassa que había absuelto a la empresa.

La resolución refleja que el entonces contable de esa empresa catalana, un joven que en el momento de descubrirse los hechos llevaba seis años trabajando en ella, tenía un problema de adicción al juego, tal y como constató Dirección General de Ordenación del Juego, que impuso por estos hechos una sanción de 350.000 euros en diciembre de 2017 a la filial de juego online de Cirsa por una infracción “grave”. Esta filial era entonces propiedad de la española y de la británica Ladbrokes, que vendió su 50% al grupo en 2019 por 50 millones.

Los jueces concluyeron que Cirsa “actuó de forma claramente negligente en el cumplimiento de sus obligaciones” de vigilar el juego de ese joven ex contable adicto al juego, que en ese momento tenía 28 años, y que fue condenado en 2019 por vía penal por apropiación indebida. Según la sentencia, en febrero de 2016 esta persona confesó que “había estado sustrayendo dinero de las cuentas del Grupo” en el que trabajaba “para realizar apuestas deportivas online” desde enero de 2015.

Había superado un test de juego de responsable y de prevención de conductas adictivas de Cirsa en septiembre de 2015. El grupo de juego asignó al joven un gestor personal como cliente “VIP” y no solicitó “ningún tipo de documentación respecto a sus ingresos, patrimonio o capacidad económica; ni siquiera le solicitó algo tan elemental como nóminas o declaraciones del IRPF; lo único que consta es que hizo una consulta del perfil de Facebook”, dice la sentencia.

“En el mes de octubre realiza depósitos por importe de 232.160 euros, lo que supone un incremento del 2.345%, sin que la demandada adoptara ninguna medida eficaz de control ni le solicitara información alguna sobre su situación económica que pudiera justificar tan claromoso incremento”, se lee en la resolución.

“Estás moviendo mucho”

Los mensajes de WhatsApp aportados por la propia Cirsa evidenciaron cómo “el gestor incitaba al jugador a seguir jugando ofreciéndole bonos y regalos para que continuara apostando”. El 9 de octubre le escribió: “Veo que últimamente estás moviendo mucho y me gustaría tener un detalle.... Ahora te pongo 1.000€ en apuestas gratuitas.... Ya los tienes... Y la semana que viene hablamos de posibles ofertas”. 

El 16 de octubre le indica: “Veo que llevas un ritmo elevado y una mala racha y quería ofrecerte la opción de un bono fijo”. “También podemos compaginar con casino si quieres”. “Por eso quería llamarte para hablarlo mejor”. El 22 de octubre escribe: “Te acabo de poner 4.000€. Perdón... 4.500… 20% de lo depositado ayer. Puedes dividirlo al apostar... Caduca en 10 días.”. 

Incluso después de que el ex contable dejase de jugar tras confesar los hechos, siguieron los mensajes del gestor ofreciéndole “una sección de promociones nueva que creo que te va a gustar”. El 10 de febrero de 2016 le dice: “Te acabo de poner un regalito en tu cuenta”. Dos días después: “Ya veo que te has tomado unos días de relax y me parece bien sinceramente. Lo único que la free bet caduca a los 10 días, es decir, el sábado”. 

La Audiencia concluyó que Cirsa “incentivaba” a seguir jugando a este joven cuando ya llevaba perdidos “766.780 euros, en un período de solamente cuatro meses”. “El gestor de la cuenta conocía en tiempo real el volumen de depósitos, ganancias y pérdidas del jugador, sin que la operadora hubiera adoptado ninguna medida de control ante un volumen de depósitos tan desmedido en tan corto período de tiempo, ni le solicitara la más mínima justificación sobre su capacidad económica o la procedencia de los fondos”.

Cirsa solo le canceló la cuenta cuando se le notificó que el contable había apostado con fondos robados a su empresa. Según los jueces, “la actuación de Cirsa contrasta con la llevada a cabo por otras casas de apuestas on-line”, que sí reclamaron documentación al joven jugador cuando solicitó que se eliminaran los límites para apostar.

Cirsa ha recurrido la sentencia ante el Tribunal Supremo por entender que existe jurisprudencia que ha determinado que no puede exigirse la responsabilidad de un tercero cuando concurre culpa exclusiva de la víctima.

La empresa no comenta este asunto. Para cumplir el Real Decreto 176/2023 de 14 de marzo por el que se desarrollaron entornos más seguros de juego, Cirsa tiene implantados unos protocolos de actuación para monitorizar y prevenir comportamientos de riesgo, como alertas por patrones de comportamientos intensivos, compulsivos o de riesgo. Si el usuario sobrepasa determinados niveles de intensidad y gasto, se le avisa y en una fase de “alerta alta” se llega a bloquear su cuenta.

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