Nueva flexibilización de las reglas medioambientales por la presión económica. En esta ocasión, un “alivio” para el sector del automóvil. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha planteado un retraso de tres años en la entrada en vigor de las sanciones a los fabricantes que no cumplan los estándares de emisiones de CO2.

El sector del autómovil, con el que la Comisión Europea ha iniciado un diálogo estratégico que culminará con la presentación de un plan de acción este miércoles 5 de marzo, estaba en pie de guerra porque calculaba un castigo total de 16.000 millones por no cumplir con los requisitos estipulados en la normativa europea para este año. La propuesta de Von der Leyen, que tendrá que adoptarse a través de una enmienda por el Consejo de la UE -donde están representados los gobiernos europeos- y el Parlamento Europeo, supone que el cómputo se haga desde 2025 hasta 2027.

“En vez del cumplimiento anual, las empresas tendrán tres años. Los objetivos son los mismos, deben cumplir los objetivos, pero supone un mayor respiro para la industria, significa también más claridad, sin cambiar los objetivos acordados”, ha dicho Von der Leyen a los periodistas tras la reunión del denominado diálogo estratégico en el que participa el sector y otros organismos involucrados. La alemana ha apremiado a las otras dos instituciones a actuar con premura: “Se podrá acordar rápidamente, porque solo tiene sentido si se acuerda con rapidez”.

El otro gran asunto que se abordado en el diálogo con el sector es el de los vehículos autónomos, donde “la competencia mundial es feroz” y se pretende que lleguen cuanto antes “a las carreteras europeas”. “Tenemos que actuar a lo grande y tenemos que ser grandes. La escala en este tema importa, más que nunca”, ha afirmado la presidenta delgobierno comunitario que ha anunciado la creación de una “alianza industrial”.

“Las empresas podrán poner en común sus recursos”, ha explicado Von der Leyen sobre el papel de la industria, que desarrollará software, chips y tecnología de conducción autónoma que serán compartidos. “Por nuestra parte, perfeccionaremos las normas de ensayo y despliegue. También ayudaremos a poner en marcha pilotos a gran escala de conducción autónoma”, ha agregado.

La Comisión Europea presentará su plan de acción para la industria del automóvil con el que pretende competir con gigantes como China y EEUU. Uno de los principales “retos” identificados tiene que ver con las baterías dado que las que importa la UE son más baratas, pero supone una dependencia estratégica de terceros países. “Estudiaremos la posibilidad de apoyar directamente a los fabricantes de baterías de la UE”, ha expresado Von der Leyen.

Otro elemento que está analizando la Comisión Europea es la introducción de subsidios a nivel europeo para impulsar la compra de vehículos eléctricos fabricados en el continente ante el bajón que experimentó el sector en los últimos meses. Además de la introducción de aranceles a los coches procedentes de China, el gobierno comunitario está examinando esas ayudas paneuropeas como parte de su plan para salvar a la industria automovilística comunitaria, especialmente potente en Alemania.