La presencia de mujeres en las empresas catalanas se estanca, pero la percepción subjetiva entre éstas es que se ha reducido en los últimos años. Esta es la principal conclusión de un estudio elaborado por la Cambra de Comerç de Barcelona con datos del Instituto de Estadística de Catalunya (Idescat) hecho a partir de una muestra de 2.343 empresas.

El estudio revela que el porcentaje de mujeres directivas era de un 24,3% en 2024 entre las compañías consultadas, apenas 0,6 puntos más que en 2018, cuando era del 23,7%.

En cuanto al total de la plantilla de estas empresas, la presencia femenina se ha recortado tres décimas también, al pasar del 41,4% que suponía el 2018 a un 41,1% el 2024.

Las mujeres solo superan el 50% de la plantilla en las empresas de la hostelería, que es el sector donde más crece la presencia femenina, al pasar de un 53,5% a un 57%, pero en la industria y en la construcción apenas suponen el 30,9% y el 18,2%, respectivamente, y no se avanza en relación con 2018.

La aplicación de políticas que fomentan la igualdad se nota cuando la ley obliga, se lamenta el estudio. Las medidas que más han aumentado son el protocolo de acoso sexual, las acciones formativas y los planes de igualdad, los tres impulsados por la normativa actual.

Las tres políticas más extendidas (más del 70% de las compañías consultadas dice aplicarlas) son la flexibilidad horaria, el protocolo de acoso y la comunicación no sexista. A la cola están el fomento del teletrabajo, el horario laboral europeo –la jornada continua que empieza antes de las 9:00 y termina a las 17:00, con pausa breve para comer– y las medidas para alcanzar la paridad en los puestos de responsabilidad.

Las empresas consultadas consideran que los equipos formados por hombres y mujeres obtienen mejores resultados y reconocen que las empresas valoran aún la presencialidad en el trabajo.

La percepción subjetiva es otra. La sensación es que la desigualdad de género en el mundo laboral y los obstáculos para la promoción de las mujeres ha bajado desde 2018, asegura el estudio. Solo dos de cada diez empresas creen que hay discriminación.

Carme Poveda, directora de Análisis Económico de la Cambra y directora del estudio, atribuye esta disonancia a que las personas que han respondido a la encuesta son ejecutivos de empresas y, por lo tanto, según los propios datos, mayoritariamente hombres. Por este motivo, cree que tienen que potenciarse las políticas de “formación y conciencia” para que los ejecutivos disciernan la realidad de las mujeres en el mundo laboral; de lo contrario, podría extenderse una “inacción” en este ámbito y confiar en que con las medidas aprobadas ya es suficiente.

El presidente de la Cambra de Comerç, Josep Santacreu, considera que la brecha entre hombres y mujeres quiere decir que hay un 50% de la sociedad que “no llegará a desarrollar sus capacidades” en el mundo laboral, hecho que califica de “pérdida” para el país. “Es una pérdida de riqueza”, ha añadido, “en un momento en que el talento es escaso y cuesta encontrarlo”.