Werfen estanca su crecimiento. Tras un 2023 de notable desarrollo, la multinacional barcelonesa que fabrica instrumentos de diagnóstico médico, cerró 2024 con una facturación de 2.184 millones de euros, un 4% más que el ejercicio anterior, y un beneficio neto “ligeramente superior” a los 170 millones, prácticamente el mismo que en 2023 (168 millones de euros), según ha informado este martes la compañía en un comunicado de prensa.

La compañía, que es propiedad de la familia Rubiralta, primos de los antiguos dueños de Celsa, destaca que el sólido crecimiento del negocio, junto con una fuerte generación de caja y una prudente política financiera, le han permitido “cumplir con sus objetivos de reducción de deuda” en 256 millones de euros. Werfen cerró el año 2024 con un endeudamiento financiero por debajo de 3 veces el beneficio bruto de explotación (Ebitda), que alcanzó los 545 millons de euros.

En 2023, Werfen disparó la deuda hasta los 1.872 millones de euros en 2023, fruto de la compra de la empresa estadounidense Immucor por 2.000 millones de euros. Los gastos extraordinarios asociados a esta adquisición y el aumento de los costes financieros por el crecimiento de la deuda hicieron mella en sus ganancias netas, que pasaron de 250 a 168 millones de euros.

Werfen opera en distintas áreas dentro del diagnóstico especializado, como coagulación, transfusiones, autoinmunidad, trasplantes y cuidados intensivos. En 2024, la empresa potenció su división de trasplante con la compra de la húngara Omixon por 23 millones de euros y vendió su división de distribución de material médico a Palex por 100 millones. El objetivo es fortalecer la apuesta por el diagnóstico especializado, con la comercialización de productos para las líneas de hemostasia y cuidados agudos.

Werfen anunció en diciembre de 2024 un cambio en el liderazgo de la compañía, con el nombramiento de Alejandro Risso como nuevo consejero delegado a partir del próximo 1 de mayo, en susbsitución del actual, Carlos Pascual. “Estoy sumamente confiado con los próximos años, Werfen es una empresa excepcional, respaldada por una trayectoria financiera sólida y con un futuro prometedor”, afirma Risso.

La compañía emplea a casi 7.000 personas, opera en 30 países de forma directa y vende sus dispositivos en 100 mercados más a través de distribuidores. El 34% de las ventas procede del mercado norteamericano, mientras que Europa occidental representa un 32% y la zona Ásia-Pacífico un 18%.