España será uno de los países avanzados más afectados por el impacto del cambio climático sobre la desigualdad entre regiones en materia de productividad laboral, según ha advertido el Fondo Monetario Internacional (FMI). El organismo destaca el efecto adverso del calentamiento, una vez superado un determinado umbral, en sectores como la agricultura y la industria, predominantes en las regiones de menor renta.
Bajo el peor escenario planteado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, en el que las emisiones no se limitarán a lo largo del presente siglo, la productividad laboral de las regiones con menor renta per capita en relación al resto "podría caer entre un 2% y un 3% en Italia, EEUU y España hasta el año 2100", mientras que en países como Suecia, Canadá, Reino Unido o Alemania el impacto adverso sería inferior al 1%.
"Esto es similar a la caída de la productividad laboral relativa de las regiones rezagadas entre 2002 y 2014", advierte el FMI.
En el escenario intermedio planteado, que asume que las emisiones tocarán techo en 2050 y comenzarán a disminuir a partir de entonces, este retroceso de la productividad laboral se limitará al 1,5%.
En este sentido, el FMI señala que un incremento de 1ºC reduce la productividad laboral de sectores expuestos al calor, principalmente agricultura e industria, mientras no tendría impacto en sectores, principalmente servicios, no expuestos al calor.
"El cambio climático puede exacerbar aún más las disparidades regionales en muchas economías avanzadas hacia finales del siglo XXI", alerta el FMI al constatar que los aumentos de temperatura lastrarán probablemente la productividad laboral de sectores como la agricultura y la industria, en los que tienden a especializarse las regiones de menor renta.
De este modo, el efecto negativo del calentamiento global en la productividad laboral puede ser mayor en las regiones rezagadas, lo que agravaría las desigualdades entre regiones hacia el final del presente siglo.
Asimismo, los autores del informe del FMI subrayan el efecto "no lineal" de la temperatura sobre la actividad económica, lo que puede llevar a que el calentamiento conlleve efectos positivos para las regiones frías, aunque apuntan que "a partir de un determinado nivel óptimo, los aumentos de temperatura pueden dañar la actividad económica y la productividad laboral".