La junta de Boeing retiró a su consejero delegado (CEO), Dennis Muilenburg, las atribuciones de presidente ejecutivo para que pueda concentrarse en administrar la compañía después de la crisis del 737 Max, informó la firma este viernes.
Boeing enfrenta numerosas investigaciones y críticas sobre sus aviones 737 Max tras los dos accidentes en cinco meses que ocasionaron la muerte de 346 personas.
El fabricante está luchando para que los reguladores permitan que sus aviones 737 Max vuelvan a volar, lo que se está prolongando más de lo esperado.
Han estado en tierra en todo el mundo desde mediados de marzo, después del segundo de los dos accidentes, un vuelo de Ethiopian Airlines con 157 personas a bordo.
Boeing dijo que la separación de los dos roles le permitirá a Muilenburg concentrarse en hacer que Max vuelva al servicio y que el director David Calhoun será ahora el presidente no ejecutivo.
"La junta tiene plena confianza en Dennis como CEO y cree que esta división del trabajo permitirá un enfoque máximo en la gestión del negocio con la junta desempeñando un papel de supervisión activa", dijo Calhoun en el comunicado. Muilenburg dijo que apoya totalmente la decisión de la junta.
La Administración Federal de Aviación también está siendo criticada por su papel en la certificación de los aviones, enfrentando críticas de que su relación con Boeing era demasiado amistosa.
Los investigadores de los siniestros implicaron a una pieza de software de control de vuelo que falló, lo que llevaba a empujar la nariz del avión hacia abajo repetidamente en ambos desastres aéreos.