La protesta convocada en el aeropuerto de El Prat contra la sentencia del 'procés' ha obligado a Vueling a anular 100 vuelos previstos para hoy y a cancelar otros 20 para mañana, aunque por el momento Aena tiene constancia de 67 cancelaciones de las 1.066 operaciones previstas para hoy.
Fuentes de Vueling han asegurado a Efe que, a primera hora de la tarde, se habían cancelado 20 vuelos, pero el bloqueo a los accesos a la Terminal 1 provocado por miles de manifestantes convocados por el colectivo 'Tsunami Democràtic' ha llevado a la compañía a anular otros 80 vuelos previstos para hoy y 20 más para mañana.
La decisión de Vueling de anular estos 120 vuelos pone de manifiesto que la protesta está dificultando seriamente la operativa del aeropuerto de El Prat, tanto de las salidas como de llegadas, ya que el 50 % de los vuelos cancelados corresponden a aterrizajes.
Iberia ha cancelado esta tarde dos vuelos del Puente Aéreo, que une Barcelona y Madrid, a consecuencia de las protestas. Para mañana, la aerolínea tiene previsto operar desde la T-1 un total de 16 vuelos del Puente Aéreo, han indicado a EFE fuentes de la aerolínea.
Desde Aena han señalado que, hasta las 18.45 horas, se han cancelado 67 de las 1.066 operaciones previstas, tanto salidas como llegadas, un número que muy probablemente será superior por el colapso de los accesos a la infraestructura.
La causa principal de estas cancelaciones ha sido la imposibilidad de los pasajeros que tenían vuelos previstos de llegar a la T1, una dificultad con la que también se han encontrado algunas tripulaciones de compañías aéreas.
Algunas aerolíneas ya han empezado a anular vuelos procedentes del extranjero ante el temor de que el pasaje no pueda salir del aeropuerto y de que la tripulación no pueda enlazar con el siguiente vuelo previsto.
Fuentes de algunas compañías aéreas han asegurado a Efe que se están anulando vuelos preventivamente para que poder asegurar la operativa de mañana.
Con tal de no perder su vuelo, algunos pasajeros han recorrido a pie los más de 4 km que separan la T-2 de la T-1, dado que el servicio de metro entre ambas terminales está cortado.
Pese a la complejidad de la situación, Aena ha asegurado que, de momento, no se está planteando un eventual cierre del aeropuerto porque los problemas no están afectando al espacio aéreo "ni ponen en riesgo la operación aérea".
Ante las dificultades para mantener la operativa habitual, el gestor aeroportuario ha puesto en marcha los planes de contingencia diseñados y está estudiando la posibilidad de trasladar a los pasajeros que lleguen a la T-1 hasta la T-2 para que puedan salir desde allí.