El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió hoy de que las generalizadas bajas tasas de interés a nivel global han provocado una búsqueda de activos financieros de mayor riesgo con el consiguiente aumento de vulnerabilidad y la sobrevaluación de ciertos mercados bursátiles, como EE.UU. y Japón.
"El prolongado periodo de condiciones financieras expansivas ha empujado a los inversores a la búsqueda de retornos, creando un ambiente que facilita la creación de vulnerabilidades", indicó el reporte de Estabilidad Financiera Global del Fondo.
En este sentido, el FMI citó como ejemplo que "los mercados financieros parecen estar sobrevaluados en EE.UU. y Japón" y el elevado endeudamiento empresarial.
Tobias Adrian, director del Departamento de Mercados de Capital del organismo, remarcó que las empresas en ocho economías analizadas (EE.UU., China, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y España) "están asumiendo más deuda y su capacidad para pagarla se está debilitando".
"Miramos el impacto potencial de un frenazo económico sustancial, uno que es la mitad de severo que la crisis financiera global de 2008. Nuestra conclusión es: la deuda de empresas incapaz de cubrir el pago de los intereses con sus beneficios, lo que llamamos deuda corporativa en riesgo, podría subir a 19 billones de dólares", remarcó Adrian en rueda de prensa.
Esto supone el 40 % del total de la deuda empresarial en las economías estudiadas.
El FMI remarcó que más del 70 % de las economías globales cuentan con políticas monetarias expansivas, algo que ha servido para apuntalar el crecimiento económico pero que conlleva importantes riesgos financieros.
El reporte fue divulgado en el marco de la asamblea anual del organismo y el Banco Mundial, que reúne a sus 189 países miembros, y un día después de presentar las nuevas proyecciones globales.
De acuerdo a sus perspectivas, la batalla comercial que libran EE.UU. y China mermará su crecimiento en 2019 y 2020 y la ralentización de las dos potencias arrastrará a toda la economía mundial, que este año crecerá solo un 3 %, su menor ritmo desde la crisis financiera.