Una treintena de auxiliares a las que Barreras adeuda más de 20 millones de euros han urgido este jueves una solución para el astillero porque "el tiempo se agota" y han amenazado con que si en el plazo de apenas unos días no se despeja el futuro emprenderán acciones para exigir responsabilidades.
Enrique Mallón, secretario general de la patronal gallega del metal, Asime, que auspicia esta plataforma de afectados que aglutinan más del 70% de las deudas de Barreras, ha denunciado que las negociaciones para la venta del astillero están "enquistadas" por el "enrocamiento" de determinados actores.
Ha dado más pistas al afirmar que "no se puede poner en riesgo" al sector naval gallego en su conjunto "porque unas acciones cuesten más o menos", cuando "lo normal", dadas las circunstancias, es que sea "simbólico", o por "unas garantías".
Esto es, ha abundado, para que algún accionista de Barerras "salga un poquito mejor parado" en una hipotética operación de compraventa.
Al respecto, Mallón ha apelado a no "provocar" que "un posible comprador" del astillero, en alusión al fondo estadounidense Oaktree, con quien tiene previsto reunirse esta tarde, al igual que con Ritz Cartlon, acabe "cambiando de opinión".
"No vamos a permitir que esto acabe en un drama sectorial de magnitudes incalculables" por este tipo de posicionamientos, ha proclamado Mallón, quien ha reiterado que las auxiliares no aceptarán ningún tipo de quitas, aunque ninguna de las partes implicadas en la operación les ha trasladado esta intención.
El secretario general de Asime ha hecho hincapié en que las empresas auxiliares que trabajan para Barreras tienen "capacidad técnica suficiente y contrastada" para acabar "en un plazo razonable" los barcos de Ritz Carlton y los otros que tiene en cartera el astillero vigués.
Éste será el mensaje que le trasladará esta tarde a los representantes del consorcio estadounidense y del fondo inversor Oaktree.
Pero para las auxiliares "el tiempo se agota", ha insistido Mallón, dado que algunas arrastran créditos o deudas por encima del millón de euros y ya se han ido a la calle 700 trabajadores.
De ahí su intención de exigir responsabilidades a los actuales gestores del astillero si se acaba torciendo la operación de venta y se va al concurso de acreedores, en cuyo caso se personarían en la pieza de calificación, según ha avanzado Alberto Rocha, portavoz y asesor jurídico de la plataforma.
Preguntado por otras acciones jurídicas que pudieran emprender los acreedores en el plazo de cuatro meses del preconcurso en el que está inmerso Barreras, ha dicho que existen "vías penales" pero para eso habría que conocer antes las cuentas de 2018 y si existe un informe de auditoría y contiene salvedades.
A ello ha añadido Enrique Mallón que habría que analizar también si ha habido algún tipo de trato de favor a unas empresas acreedoras a la hora de los cobros.
Alberto Rocha también ha salido al paso de algunos "rumores" y ha enfatizado que "no es viable" otra opción que no sea terminar el mini crucero de Ritz Carlton en Barreras.
"Si alguien piensa dejar caer el astillero y llevarse el barco a precio de ganga, se equivoca", ha advertido.