La Comisión Europea (CE) considera que la entrada en vigor este viernes de los nuevos aranceles impuestos por Washington a productos agroalimentarios europeos, valorados en 7.500 millones de dólares (6.730 millones de euros), no le deja más alternativa que gravar también los bienes procedentes de Estados Unidos (EEUU).
La decisión estadounidense, que afecta sobre todo a España, Alemania, Francia y el Reino Unido, deriva de un fallo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que autoriza a Washington a aplicar sanciones a Europa por sus ayudas al grupo aeronáutico Airbus.
"Lamentamos la elección que ha hecho EEUU de seguir adelante con los aranceles.
La CE espera que la OMC emita un fallo similar contra el gigante norteamericano a principios del próximo año por sus ayudas a la aeronáutica Boeing, lo que autorizaría a Bruselas a imponer aranceles a productos estadounidenses como medida de compensación.
Malmström ha indicado que el Ejecutivo comunitario hará un seguimiento del impacto de esos aranceles, "especialmente en el sector de la agricultura", y ha recalcado que la institución está "comprometida con defender a las empresas, agricultores y consumidores europeos".
"Imponer aranceles mutuamente no va en el interés de nadie a largo plazo. Infligirá daños muy significativos a una cadena de suministros altamente integrada en los sectores de la aviación en EEUU y en la UE (Unión Europea), y resultará en daños colaterales para muchos otros sectores que ya sufren bajo las actuales tensiones comerciales", ha apuntado la comisaria sueca.
Malmström ha recordado que tanto Bruselas como Washington han sido declarados culpables de ir contra las normas de la OMC y que, como los mayores fabricantes de aviones del mundo, ambos "tienen la responsabilidad conjunta de sentarse y negociar un acuerdo que sea equilibrado" y que cumpla con las normas de Comercio.
Según la comisaria, en julio la UE "compartió propuestas concretas con EEUU sobre subsidios a la aviación claramente identificados y sobre el apoyo futuro a nuestros respectivos sectores aeronáuticos".
"Esta oferta sigue sobre la mesa", ha subrayado.
Malmström solicitó el pasado viernes por carta al representante de Comercio estadounidense, Robert Lighthizer, empezar a negociar un acuerdo en su disputa comercial por las subvenciones a Airbus y Boeing para evitar la imposición de aranceles por ambas partes.
Por su parte, el presidente de EEUU, Donald Trump, advirtió esta semana que su país "no puede perder" una eventual guerra comercial con la Unión Europea, tal como, según él, ha quedado demostrado en su pugna con China.
"(Con China) ha quedado demostrado que no podemos perder una guerra con aranceles. (...) En el caso de la Unión Europea estamos ganando 7.500 millones", señaló en una rueda de prensa conjunta con su homólogo italiano, Sergio Mattarella, en la Casa Blanca.
Los nuevos aranceles estadounidenses, del 25 %, se centran en productos de España (queso fresco, aceitunas y el aceite de oliva, entre otros), Francia (vino, quesos), Alemania (café, galletas, gofres), Reino Unido (whisky, dulces) e Italia (quesos), aunque afectan a una veintena de países comunitarios.
Entre los productos españoles gravados por EEUU destacan varios códigos arancelarios relativos al aceite de oliva, tanto virgen como de otras variedades, y a las aceitunas verdes deshuesadas o rellenas.
La mantequilla y, sobre todo, los quesos ocupan buena parte del listado de códigos, entre los que se encuentran los elaborados con leche de oveja y otros tipos como cheddar, provolone, reggiano, parmesano, gruyere o emmental.
La carne de cerdo -que no sea jamón, paletas, ni sus cortes-, deshuesada y cocida y envasada en recipientes herméticos, también está incluida.
El capitulo de bebidas se centra en los vinos de menos de 14 grados, el whisky de malta irlandés y el whisky escocés.
En cuanto a los productos del mar, están afectados mejillones, almejas, navajas y otros tipos de moluscos, tanto preparados como en conserva.