La verdadera historia del Desarme, una oferta gastronómica a base de garbanzos con bacalao y espinacas, callos y arroz con leche, se mezcla entre las numerosas leyendas épicas que atribuyen a este copioso menú la capacidad de derrotar a las tropas invasoras de Oviedo, incluida una victoria contra el ejercito napoleónico.
El periodista y escritor Adolfo Casaprima, autor del libro en "Origen y evolución del Desarme, la fiesta gastronómica de Oviedo", desmonta las diferentes versiones, algunas "descabelladas, humorísticas o anecdóticas", que han pretendido descubrir el origen de este menú asturiano cuya celebración, el 19 de octubre, es desde el año pasado Fiesta de Interés Turístico Regional.
La primera hipótesis, y la más admitida en Oviedo sobre todo por su capacidad para atraer comensales, se publicó en 1951 en un diario que situaba su origen en las guerras carlistas, cuando las tropas liberales desarmaron a los absolutistas mientras comían rancho y los consiguieron vencer.
Otras más "descabelladas" remontan su origen hasta hace más de mil años, con la muerte del rey Sancho I el "Craso", conocido por su gusto por las "pitanzas", y que fue envenenado con una manzana "ponzoñosa" por sus anteriores aliados, los musulmanes del califato de Córdoba.
Casaprima afirma que la teoría real sobre el menú del desarme data de 1876, con un antecedente en una batalla de 1836, cuando un 19 de octubre los carlistas intentan asaltar Oviedo y se produce una lucha cruenta con muchas víctimas.
Tras este hecho, las Cortes españolas y el Ayuntamiento de Oviedo deciden construir en 1841 un mausoleo en la iglesia de San Isidoro en recuerdo de los caídos el 19 de octubre en esta primera guerra carlista.
En 1876, tras finalizar esta guerra, el rey Alfonso XII y las Cortes obligan a que se festeje el Desarme, que se ofreció a los soldados, incluidos los presos carlistas, en señal de conciliación y de intercambio de armas por cucharas y ya, en 1897, este rancho pasó de los cuarteles a los locales hosteleros.
Un rancho en el que la cuaresma obligó a prescindir de la carne y el tocino de las patatas e incluir el abadejo, de la misma familia del bacalao; al que se sumaron los callos asturianos tras la Guerra Civil de 1936 y que se completó más tarde con el arroz con leche para cumplir con el menú turístico que implantó en España el ministro Manuel Fraga.
Esta cita, que celebra la paz y el hermanamiento gastronómico, será ofrecida en los hogares ovetenses y en la mayoría de los restaurantes de la capital del Principado, que dispensarán más de 10.000 raciones. y que coincide en el tiempo con la celebración de los Premios Princesa de Asturias, la mayor conmemoración del año en la región.
Esta oferta gastronómica ha roto fronteras, primero en los locales de otros municipios cercanos a Oviedo y más tarde se ha extendido hasta Madrid e incluso a ciudades europeas como Bruselas, con gran cantidad de emigrantes asturianos.
Esta fiesta, que se celebra este año desde el 15 al 22 de octubre con diversos actos, reproducirá por primera vez las batallas que dan origen al menú del Desarme, en las que cerca de cien actores y figurantes ataviados con sus uniformes originales, las armas, cañones y demás complementos, tanto a pie como a caballo, constituirán los dos bandos enfrentados y reproducirán durante todo el fin de semana los episodios bélicos de las guerras carlistas.
Juan Carlos Bermejo.