El grupo tecnológico e industrial alemán Siemens obtuvo en 2018/2019 un beneficio neto atribuido de 5.600 millones de euros, un 3,6 % menos que en el año fiscal anterior, debido a la ausencia de los efectos extraordinarios que ejercieron su influencia en 2018.
La facturación del último ejercicio económico, que finalizó en septiembre, se incrementó en un 5 % con respecto al periodo anterior, alcanzando los 86.800 millones de euros, según informó este jueves la compañía en su rueda de prensa anual.
Los pedidos, por otro lado, aumentaron en un 7 %, situándose en los 98.000 millones de euros.
En la próxima junta general de accionistas, la dirección de Siemens propondrá elevar el reparto de dividendos en 0,10 euros por acción hasta 3,90 euros por acción.
El beneficio básico por acción se situó en 6,41 euros, afectado por el coste de las indemnizaciones por despido (sin cuya influencia hubiera comportado 6,93 euros).
En el ejercicio anterior el beneficio neto atribuido ya se había reducido en un 2,6 %, pese al influjo positivo de la transferencia de las acciones de Siemens en Atos SE a Siemens Pension-Trust e.V. y la venta de las acciones de OSRAM Licht AG.
El presidente y consejero delegado de Siemens Joe Kaeser incidió al presentar las cifras en que el debilitamiento de la economía mundial se ha acelerado en el año fiscal 2019.
"Sin embargo, hemos podido conseguir una vez más los objetivos de rendimiento de Siemens, con un brillante cuarto trimestre," apuntó.
"Hemos logrado plenamente nuestras metas para el año fiscal en todos los aspectos," declaró Kaeser, que también señaló el impulso que está cobrando el posicionamiento estratégico Visión 2020+, con el que pretende preparar a la compañía de cara a un futuro digitalizado.