España se mantuvo en 2018 a la cabeza de la Unión Europea (UE) en la exportación de aceite de oliva, con 301.400 toneladas, informó este viernes la oficina de estadística comunitaria Eurostat.
España fue responsable del 52 % del total de las exportaciones, seguida de Italia (33 %), Portugal (10 %) y Grecia (4 %).
Los estados miembros exportaron el año pasado 1,6 millones de toneladas de aceite de oliva, por valor de 5.700 millones de euros.
Dos tercios de las exportaciones se destinaron a otros países de la Unión (el 63 %, es decir, un millón de toneladas).
Por otra parte, en 2018 los países de la UE importaron 1,2 millones de toneladas de aceite de oliva, por valor de 3.900 millones de euros.
La mayoría de esas importaciones procedía de otros Estados miembros (el 85 % o un millón de toneladas).
El valor de las importaciones de aceite de oliva a otros países de la Unión aumentó un diez por cien comparado con 2013.
España fue de lejos el mayor exportador de aceite de oliva al resto del mundo, seguida de Italia (191.000 toneladas), Portugal (56.000 toneladas) y Grecia (el 4 % del total).
Esos cuatro países supusieron el 99 % de todas las exportaciones de aceite de oliva a terceros países en 2018.
Estados Unidos fue el principal destino a la exportación de aceite de oliva.
Cerca de un tercio de las exportaciones de aceite de oliva fueron a parar a Estados Unidos (203.000 toneladas o el 35 % de las exportaciones a países terceros), seguido de Brasil (65.000 toneladas, el 11 %), Japón (52.000 toneladas, el 9 %), China (35.000 toneladas, el 6 %), Canadá (31.000 toneladas, el 5 %) y Australia (29.000 toneladas, el 5 %).
La situación en el caso particular de España puede cambiar en el próximo año como consecuencia de los aranceles impuestos por Estados Unidos, que afectarán entre otros productos a su aceite de oliva.