La petrolera brasileña Petrobras inició este viernes el proceso de negociación directa de 4 de las 8 refinerías incluidas dentro del plan de desinversión con el que la estatal se comprometió a desmontar el monopolio del que goza en el sector de refino en Brasil.
En esta primera fase, Petrobras iniciará la negociación directa de la Refinaría Abreu e Lima (RNEST), la Unidad de Industrialización do Xisto (SIX), la Refinaría Landulpho Alves (RLAM) y la Refinaría Gabriel Passos (REGAP).
La mayor empresa de Brasil, con acciones negociadas en bolsa pero cuyo control es estatal, anunció en un comunicado que los compradores calificados para esta fase recibirán las instrucciones detalladas sobre el proceso de desinversión de las cuatro primeras refinerías que salieron a la venta y cuyos activos fueron ofrecidos desde junio pasado.
La RNEST, ubicada en el estado de Pernambuco y con una capacidad de procesamiento de 130.000 barriles de petróleo por día (5 % de la capacidad total de refino de petróleo de Brasil), tiene potencial de duplicar su capacidad con la entrada del segundo tren de procesamiento, y sus activos incluyen una terminal de almacenamiento y un conjunto de tuberías por un total de 101 kilómetros.
La RLAM, localizada en el estado de Bahía, tiene una capacidad de procesamiento de 333.000 barriles de petróleo por día (14 % de la capacidad total de refino de petróleo de Brasil), y sus activos incluyen cuatro terminales de almacenamiento y un conjunto de tuberías por un total de 669 kilómetros.
La REPAR, ubicada en el estado de Paraná, tiene capacidad para procesar 208.000 barriles de petróleo por día (9 % de la capacidad total de refino de petróleo de Brasil), y sus activos incluyen cinco terminales de almacenamiento y un conjunto de tuberías por un total de 476 kilómetros.
La REFAP, localizada en el estado de Río Grande do Sul, puede procesar 208.000 barriles por día (9 % de la capacidad total de refino de petróleo de Brasil), y sus activos incluyen dos terminales de almacenamiento y un conjunto de tuberías por un total de 260 kilómetros.
La decisión de vender 8 de las 13 refinerías de Petrobras forma parte de un plan de la compañía para reestructurar su tamaño, concentrar sus operaciones en la producción de petróleo en aguas profundas y dar una mayor "competitividad y transparencia al segmento de refino en Brasil".
La petrolera brasileña se encuentra inmersa desde hace varios años en un ambicioso programa de venta de activos, a fin de revertir la severa crisis económica en la que se vio envuelta por escándalos de corrupción y por la caída en los precios del petróleo.
Petrobras prevé que este año venderá activos por un valor de entre 30.000 y 40.000 millones de dólares, dos veces lo calculado en su actual plan de desinversiones, según el presidente de la empresa, Roberto Castello Branco.