El ex consejero delegado del Banco de Valencia Domingo Parra ha reconocido este martes ante la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional que manipuló los procedimientos internos para favorecer a un grupo de empresas, en la mayor operación crediticia que acometió esta entidad financiera y que dejó un quebranto de más de 93 millones de euros.
En una breve declaración, Parra se ha limitado a reconocer todos los hechos que le imputan tanto la Fiscalía como la Abogacía del Estado en representación del FROB y las acusaciones particulares, en tanto que fue responsable una operación de crédito en cascada por importe de 312 millones de euros en favor del Grupo Soler para que la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) pudiera adquirir una participación en Metrovacesa.
De acuerdo a los hechos del escrito de acusación de la Fiscalía Anticorrupción que ha reconocido, la operación, desarrollada en 2007 y de la que él era el único conocedor, fue aprobada sin análisis de viabilidad y evaluación de riesgo preceptivos y era desproporcionada, pues representaba casi el 24% de los recursos propios del banco y el 38% de sus recursos básicos, contraviniendo varios de los acuerdos del consejo de administración.
Parra, condenado recientemente por la Audiencia Nacional a cuatro años de cárcel por causar un agujero de 198 millones de euros a la entidad financiera, se enfrenta ahora a otros cuatro años de prisión reclamados por Anticorrupción como autor de un delito continuado de administración desleal.
En esta sesión han comparecido los otros tres acusados en relación a aquella operación. El primero en comparecer ha sido el empresario Bautista Soler, que ha acudido a la sesión por videconferencia desde Valencia y se ha acogido a su derecho a no declarar dada su avanzada edad y un estado de salud precario.
Tampoco han querido responder a parte alguna los otros dos responsables de empresas del Grupo Soler, Victoria Soler y Vicente Fons, que afrontan igualmente una petición de pena de cuatro años de cárcel por su participación en la comisión del delito que se atribuye a Parra.
Rafael Ruiz-Jarabo firmaba por amistadSí se ha avenido a responder a Anticorrupción el cuarto enjuiciado, el también empresario Rafael Ruiz-Jarabo, administrador de una de las sociedades por las que pasaron créditos millonarios del Banco de Valencia, y que ha depositado toda la responsabilidad en Fons, pues según ha dicho, él firmaba cuanto le ponía por delante sin siquiera leer, "por amistad" y "confianza".
En concreto, ha explicado que es íntimo "desde hace 35 años" de Vicente Fons y Victoria Soler y cuando le pidieron el favor de que prestara su nombre para la constitución de una empresa que les permitiera comprar acciones de Metrovacesa, aceptó con la "confianza" de que estaba todo en orden.
Ha alegado que se enteraba de los movimientos cuando era convocado a firmar documentación, pero no tenía ni conocimiento previo ni posterior del detalle de los mismos porque eran asuntos que concernían a Fons. "Yo no sabía los entresijos de las operaciones", ha zanjado, para incidir en que se fiaba de su amigo, una persona "honorable".