La petrolera estatal brasileña Petrobras anunció este martes que puso fin a las negociaciones que estaban en curso con el grupo ruso Acron para la venta de dos de sus plantas de fertilizantes en el país suramericano.
Petrobras inició el año pasado conversaciones con Acron para la venta de todas sus acciones en Araucaria Nitrogenados S.A. (Ansa) y Unidad de Fertilizantes Nitrogenados III (UFN-III), pero finalmente no han llegado a un acuerdo.
"Las negociaciones en curso con el grupo Acron se cerraron sin la materialización del negocio", señaló la petrolera en un comunicado remitido al mercado financiero.
Acron, con acciones negociadas en las bolsas de Moscú y Londres, es una empresa rusa dedicada a la producción y venta de fertilizantes con clientes en unos 60 países.
Por su parte, Petrobras subrayó que continúa decidida a "salir integralmente" del sector de fertilizantes, en el marco de un ambicioso programa de desinversión que comenzó hace varios años para salir de la crisis económica en la que se vio inmersa.
Ansa, una compañía con planta en la localidad de Araucaria, en el estado de Paraná (sur), fue comprada por Petrobras en diciembre de 2012 por 234 millones de dólares al gigante minero Vale.
La empresa tiene capacidad para producir 1.303 toneladas diarias de amoníaco y 1.975 toneladas diarias de urea, entre otros productos fertilizantes.
La UFN III, situada en el municipio de Tres Lagoas, en el estado de Mato Grosso do Sul (centro-oeste), es una fábrica que Petrobras comenzó a construir en 2011.
Las obras, sin embargo, se suspendieron tres años después con el 80 % del proyecto concluido.
La intención de Petrobras era levantar la que hubiera sido la mayor planta de fertilizantes nitrogenados de América Latina, con capacidad para producir 2.200 toneladas diarias de amoniaco, 3.600 toneladas diarias de urea y 290 toneladas diarias de CO2.
Petrobras, la mayor empresa de Brasil y con acciones negociadas en las bolsas de Sao Paulo, Nueva York y Madrid, se encuentra en un proceso de reestructuración tras los malos resultados financieros obtenidos a partir de los múltiples casos de corrupción investigados desde 2014, en la conocida Operación Lava Jato.
Tras cuatro años consecutivos de pérdidas, la estatal petrolera volvió a registrar beneficios en 2018, tendencia que continúa este año.
En los nueve primeros meses de 2019, obtuvo un beneficio neto de 31.984 millones de reales (hoy 7.615 millones de dólares), lo que supuso un incremento del 35,1 % frente al mismo período de 2018.