Repsol ha anunciado este lunes que va a llevar a cabo una "corrección del valor contable de algunos activos" en sus cuentas de 2019, con un impacto estimado de unos 4.800 millones de euros de impuestos, relacionado, fundamentalmente, con "activos de exploración y producción de hidrocarburos en Estados Unidos y Canadá, como consecuencia de la reducción en las expectativas de precios futuros de gas".
"El cálculo definitivo del ajuste, junto con los detalles y bases de las nuevas valoraciones, se incluirán en el informe financiero anual de 2019", según ha indicado la petrolera a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El ajuste tendrá impacto en los resultados de este ejercicio, "pero no tendrá efecto en la caja del ejercicio ni afectará a la retribución de los accionistas".
"Tras este exigente escenario de valoración, se confirma la capacidad que tienen los negocios del Grupo para generar caja y resultados futuros en escenarios de transición energética alineados con los objetivos de cambio climático, lo que permite a Repsol reafirmar su compromiso con la sostenibilidad y mantener las expectativas de rentabilidad para el inversor" indica la petrolera.
El consejo de administración de Repsol se ha fijado un objetivo de "cero emisiones netas" en carbono para 2050, convirtiéndose en la primera compañía del sector que se fija esa meta. En esa línea, presentará en el primer semestre de 2020 su plan estratégico 2020-2025, en el que incrementa su capacidad de generación de electricidad baja en carbono en 3.000 megavatios (MW), hasta llegar en 2025 a los 7.500 MW. Asimismo, Repsol ha planteado nuevos objetivos de reducción de su indicador de intensidad de carbono respecto a 2016, que pasará del 10% en 2025 al 20% en 2030 y al 40% en 2040.