Las delegaciones negociadoras de China y de Estados Unidos "están permanentemente en contacto", tres días antes de la fecha prevista de entrada en vigor de aranceles estadounidenses por valor de 160.000 millones de dólares (143.701 millones de euros), en lo que es el último capítulo de la guerra comercial entre ambas potencias.
El portavoz del Ministerio de Comercio de China, Gao Feng, dijo hoy durante la rueda de prensa semanal que los equipos negociadores de los dos países "están manteniendo contacto permanente".
Asimismo, Gao aseguró que el país asiático está planteándose levantar los gravámenes de las importaciones estadounidenses de soja y cerdo, "a la luz de las solicitudes emitidas por las empresas afectadas", apuntó hoy la televisión estatal CGTN.
En el caso del cerdo, se trata de un alimento esencial en la dieta de los chinos y cuyo precio se ha disparado debido a su escasez por una epidemia de peste porcina africana detectada en agosto de 2018 y que ha llevado al sacrificio de millones de gorrinos en China.
Gao no aportó más detalles sobre el estado de las negociaciones para tratar de mitigar el conflicto comercial que enfrenta a Washington y Pekín desde marzo del pasado año.
La autoridad comercial china aseguró en noviembre que había llegado a un acuerdo con Washington para retirar por fases los gravámenes que ambas partes se han ido imponiendo durante la disputa.
El último episodio de la guerra comercial se produjo el pasado 1 de septiembre con la entrada en vigor del aumento del 10 al 15 % desde Washington sobre algunas importaciones chinas por valor de 112.000 millones de dólares.
Queda por ver si el próximo 15 de diciembre se aplicará esa misma subida hasta el 15 % al resto de importaciones estadounidenses procedentes de China gravadas al 10 %.
Las tensiones comerciales entre las dos mayores economías mundiales van más allá de las relaciones bilaterales y tienen profundas consecuencias mundiales.
En sus últimas previsiones de crecimiento mundial, publicadas en octubre, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó sus proyecciones de expansión al 3 % este año, dos décimas menos que en julio, lastradas por las dudas sobre la posible solución de esta disputa.