El nuevo Gobierno de Argentina resolvió este sábado aumentar los impuestos a las exportaciones agropecuarias, una medida adoptada en medio de la crisis económica que atraviesa el país suramericano, uno de los mayores productores y exportadores de granos y derivados del mundo.
Mediante un decreto y una resolución publicadas hoy en el Boletín Oficial, el Ejecutivo de Alberto Fernández modificó el sistema de derechos de exportación que había puesto en marcha en septiembre de 2018 el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019).
En el decreto, se alega que la aplicación de derechos de exportación constituye "un instrumento esencial de la política económica nacional" y que "teniendo en cuenta la grave situación por la que atraviesan las finanzas públicas, resulta necesaria la adopción de urgentes medidas de carácter fiscal que permitan atender, al menos parcialmente, las erogaciones presupuestarias con recursos genuinos".
Hasta ahora, las exportaciones agropecuarias estaban gravadas por una tasa de 4 pesos (6 centavos de dólar) por cada dólar exportado.
Pero el Ejecutivo alegó que desde que se implementó ese esquema, "se produjo un deterioro del valor del pesos con respecto al dólar", "lo que ha representado, al 10 de diciembre de 2019, una devaluación mayor al 60 %".
Con el nuevo esquema, se elimina el pago de esa tasa y se la sustituye por una alícuota del 9 % para todos los productos en general.
Pero para algunos productos, como la soja, el principal producto de exportación de Argentina y sobre la que hasta ahora pesaba ya una alícuota del 18 %, pasaría a tener una del 27 %.
El Gobierno ha cerrado hasta el próximo lunes del registro de exportaciones para hacer las modificaciones en el sistema, incorporando los nuevos derechos de exportación, conocidos también como "retenciones".
Alberto Fernández, que asumió la Presidencia argentina el martes pasado, había dejado ver durante la campaña la posibilidad de un aumento de las retenciones ante la necesidad de ingresos para hacer frente a las dificultades fiscales de Argentina, en recesión desde abril de 2018.
Los impuestos a las exportaciones fueron eje de un severo conflicto entre el sector rural y el Gobierno argentino en 2008, cuando Fernández era jefe de Gabinete del Ejecutivo de Cristina Fernández (2007-2015).
Aquel conflicto incluyó prolongadas protestas por parte de las patronales rurales, con bloqueos de carreteras y huelgas de comercialización de productos agropecuarios, lo que en aquel año impactó de lleno en la actividad económica del país.
Alberto Fernández dejó la Jefatura de Gabinete a mediados de 2008, en medio del conflicto.