La nueva embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Kelly Craft, asumió este jueves su puesto con un mensaje conciliador y prometiendo trabajar con la organización para lograr un mundo "más libre y más próspero para todos".
"Vengo a Naciones Unidas no sólo como un emisario del presidente, sino también como una voz del compromiso inquebrantable de Estados Unidos con la democracia, la libertad, los derechos humanos y, siempre que sea posible, la resolución pacífica de los conflictos", dijo en una breve declaración a los periodistas.
Craft, que anteriormente fue embajadora en Canadá, sustituye en la ONU a Nikki Haley, que dejó el cargo a finales del año pasado y que desde Nueva York se erigió en una de las figuras más conocidas de la Administración de Donald Trump.
Frente al duro mensaje con el que Haley llegó a la organización, amenazando a los países que no respaldasen a Estados Unidos y prometiendo cambios muy profundos en Naciones Unidas, la nueva representante mostró un tono mucho más cordial y diplomático.
"Voy a defender los valores e intereses de Estados Unidos, voy a estar con nuestros amigos y aliados, voy a defender a los pobres y débiles y nunca dejaré de trabajar con quienes de verdad quieren hacer avanzar la causa de la dignidad humana", aseguró.
Craft elogió la "noble misión" de la ONU y a su secretario general, al que definió como un hombre "sabio" y "visionario".
La diplomática entregó al secretario general de la ONU, António Guterres, sus cartas credenciales, poco antes de participar en su primera reunión del Consejo de Seguridad, donde EE.UU. es uno de los cinco miembros permanentes.
Craft, que no aceptó preguntas de los periodistas, subrayó que en un mundo marcado por las crisis y los desafíos geopolíticos, el "liderazgo estadounidense es absolutamente clave".
Además, insistió en el "orgullo" que siente por ocupar este cargo y agradeció la confianza que ha depositado en ella Trump.
Trump postuló inicialmente a la exportavoz del Departamento de Estado y experiodista de Fox Heather Nauert, quien decidió retirar su candidatura en febrero pasado por "razones familiares" antes de pasar el escrutinio del Senado para su confirmación.
Casada desde 2016 con el multimillonario empresario del sector minero Joe Craft, el consejero delegado de Alliance Resource Partners, una de las principales carboneras de Estados Unidos, la nueva embajadora está entre los donantes a la campaña de Trump.
El matrimonio Craft figura en la lista VIP de huéspedes del Hotel Trump de Washington, del que son clientes asiduos, y entregó cerca de 1,5 millones de dólares a candidatos republicanos en los comicios de 2016, unos 270.000 destinados a Trump, según informaciones de varios medios.
Además, según el diario especializado Político, Joe Craft donó un millón de dólares para la ceremonia de investidura de Trump.