El incendio en un hospital de Río de Janeiro ha dejado al menos diez muertos, cuatro bomberos heridos y 103 pacientes evacuados de urgencia, algunos de los cuales tuvieron que ser atendidos durante la noche en un campamento improvisado en plena calle.
El fuego se ha desatado la tarde de este jueves en uno de los edificios del Hospital Badim, situado en el barrio de Maracaná, en la zona norte de la ciudad y, según las primeras hipótesis, la causa podría haber sido un cortocircuito en uno de los generadores situados en el subsuelo.
Los bomberos han conseguido controlar el fuego con rapidez, pero una humareda negra se ha extendido por todo el inmueble y ha obligado a evacuar con celeridad a los 103 pacientes que en esos momentos se encontraban ingresados en el hospital.
Las escenas de pánico y desesperación se han repetido a lo largo de la noche del jueves en los alrededores del hospital de la red D'Or São Luiz, el mayor grupo de hospitales privados del país, y los propios médicos han tenido que esparcir decenas de colchones y sábanas en la calle para atender a los pacientes evacuados.
Los enfermos ingresados, varios de ellos de avanzada edad y en estado grave, han sido retirados en sus camas del hospital, en sillas de ruedas e incluso cargados en brazos y esperaron a la intemperie, mientras iban llegando las ambulancias para su transferencia a otros ocho hospitales de la ciudad.
Una mujer ha resultado herida al intentar escapar de un tercer piso descolgándose por la pared usando varias sábanas atadas, mientras que cuatro bomberos han tenido que ser ingresados en un hospital tras inhalar humo, aunque tres de ellos ya recibieron el alta.
Las autoridades han confirmado la noche del jueves el fallecimiento de una persona, pero este viernes fueron encontrados al menos otros nueve cuerpos sin vida en el interior del hospital, donde no se descarta que puedan haber más víctimas.
"Puede que haya todavía más fallecidos, espero que no, pero existe esa posibilidad", ha dicho en declaraciones a los periodistas el comisario de la policía Roberto Ramos.
Algunas personas continuaban buscando este viernes información sobre el paradero de familiares que estaban en el hospital en el momento del incendio y el centro médico ha creado un canal para atender a personas que necesitan información.
Las víctimas ya fueron identificadas por el Instituto Médico Legal, que ha informado que algunas fallecieron por asfixia debido a la intensa humareda, y otras al desconectarlas de los aparatos que les mantenían con vida en el hospital.
El alcalde de Río de Janeiro, Marcelo Crivella, se ha desplazado este viernes hasta el centro médico, realizó una visita técnica en el hospital e insinuó que el incendio podría haber sido provocado de forma intencionada.
"La pericia va a decir si hubo una acción criminal, pero incendios ocurren en Brasil, en Río y en el mundo", ha afirmado en declaraciones a los periodistas Crivella, quien ha declarado luto oficial de 3 días en Río de Janeiro, uno de los estados más golpeados por la crisis económica que ha azotado el país en los últimos años.
La policía, sin embargo, ha señalado que la tesis de un posible sabotaje es prematura y ha recordado que los bomberos están realizando una pericia en el local para determinar si el incendio fue provocado por un cortocircuito en uno de los generadores, como apuntó el hospital en un primer momento.
"Todavía están haciendo un estudio para saber lo que originó el incendio. Sabemos que el generador se quemó, pero lo que buscan es saber el foco que lo originó", ha agregado el comisario Ramos.
El incendio registrado el jueves ha vuelto a poner de manifiesto la fragilidad de algunos edificios hospitalarios en Brasil. El año pasado, tres personas de avanzada edad murieron en Río de Janeiro durante su transferencia después de que se desatara un incendio en el centro médico en el que se encontraban.