Pablo González en una imagen de archivo.

El periodista español Pablo González, encarcelado desde el 28 de febrero en Polonia, recibió este lunes por primera vez en ocho meses la visita de su familia en la prisión de Radom. Durante la mayor parte del tiempo que ha estado en prisión, las comunicaciones del periodista, que fue acusado de espiar para Rusia, han estado restringidas.

La visita duró dos horas y se produjo en presencia de un agente de la inteligencia polaca, según ha explicado la familia en un comunicado, en el que indica también que González "se encuentra física y anímicamente bien".

"Se ha animado mucho con la visita y, a pesar de la falta de intimidad, le he podido poner al día de todo lo sucedido en estos meses respecto de sus hijos y del resto de su familia tanto en España como en Rusia".

La familia y el equipo de abogados han comunicado que tras la visita a la prisión se reunieron con el cónsul español en Varsovia.

El tribunal regional polaco de Przemy?l decidirá este jueves, 24 de noviembre, sobre la situación de González, según ha dicho a EFE un portavoz. En la audiencia de esta semana la corte examinará si procede o no extender la prisión preventiva contra el periodista.

A finales de mes se cumplirán nueve meses de la detención de González en Przemy?l, donde cubría informativamente la crisis de refugiados causada por la invasión rusa de Ucrania.

La Agencia de Seguridad Interna polaca (ABW en sus siglas en polaco) emitió un comunicado en el que afirmó que González es un agente del servicio de inteligencia militar de las fuerzas armadas rusas (GRU), que espió para Rusia “utilizando su estatus periodístico” para moverse libremente por zonas de conflicto y que, además, obtuvieron “amplias evidencias” sobre este supuesto espionaje.

El pasado julio su abogado en España, Gonzalo Boye, indicó que las autoridades polacas detuvieron a González solo por el hecho de que se trata de un periodista que tiene tanto la nacionalidad española como la rusa.

González fue inicialmente detenido durante tres meses y el tribunal decidió prolongar su prisión preventiva en dos ocasiones. Su abogado apeló la decisión en cada ocasión, pero no prosperó.