Bruselas quiere que el Banco Europeo de Inversiones financie el refuerzo de la industria militar

"Nuestra industria de defensa debe cambiar rápidamente a lo que podríamos llamar una economía de guerra". En esos términos está trabajando la Comisión Europea para dar respuesta a las necesidades de Ucrania frente a Rusia. Volodímir Zelenski imploró a los aliados que le enviaran munición dado que se va acabando un año después de la invasión. El problema es que la guerra consume proyectiles a mayor velocidad de lo que la industria los produce y en Bruselas están diseñando un plan para proporcionar a Ucrania el material que necesita de forma inmediata –dándole las reservas de los Estados miembros– al tiempo que promete a los 27 una fórmula para recuperar sus existencias.

Para eso en Bruselas consideran que pueden tirar del presupuesto europeo, pero reconocen que necesitan financiación privada, por lo que plantean que el Banco Europeo de Inversiones otorgue préstamos a la industria armamentística.

Lo que el gobierno comunitario propondrá este miércoles a los ministros de Defensa es que entreguen a Ucrania su stock de munición (especialmente del calibre 155). Esa fórmula permitiría que la munición llegara a Ucrania "en semanas" mientras que la producción se puede alargar un año y contemplaría "incentivos", como el reembolso en mayor proporción, para los envíos que vayan saliendo antes, informa EFE. Según publicaron varios medios, el planteamiento del alto representante, Josep Borrell, es que ese material tendría un valor de 1.000 millones de euros que se financiaría a través del Fondo Europeo para la Paz (EPF por sus siglas en inglés), que es el mecanismo a través del que se está gestionando la ayuda militar que se proporciona a Kiev. El pasado mes de diciembre los 27 decidieron incrementar la capacidad de gasto de ese fondo en 2.000 millones en 2023 –ampliables a 5.500 hasta 2027–.

"Los Estados miembros solo estarían de acuerdo en donar sus existencias si tienen una perspectiva clara en el tiempo para el reabastecimiento", agrega el comisario de mercado interior, Thierry Breton, que acompañará a Borrell en Estocolmo para presentar el plan a los responsables de Defensa. Su equipo trabaja ya en el análisis de las capacidades que se van a necesitar y cómo se pueden obtener y financiar. Así, han identificado 15 productores de proyectiles de 155 milímetros –que es el estándar de los miembros de la OTAN– repartidos en once Estados miembros; y tres fabricantes de 152 milímetros –que es la que usaba el ejército soviético y de la que aún dispone Kiev– en Europa del este.

"Necesitamos producir más rápido", explica Breton sobre una industria que trabajaba a ritmo de paz y no estaba preparada para el conflicto. Ahora la UE considera que ha llegado el momento de acelerar la industria armamentística a través de un sistema de compras conjuntas que se base en la firma de contratos, el seguimiento de la producción, el apoyo al aumento de las capacidades y la resolución de los cuellos de botella que se encuentren en la cadena de valor.

Para financiar esas necesidades de Ucrania y de los Estados miembro, Breton plantea movilizar el presupuesto europeo con el refuerzo de las capacidades militares que planteó la Comisión Europea el pasado verano a través de la ley de adquisiciones, que contempla 500 millones de euros para esa finalidad. No obstante, las negociaciones no han concluido a falta de que el Parlamento Europeo fije su posición. Aun así, no sería suficiente.

"La segunda línea de acción es asegurar que la industria de defensa tenga un acceso más fácil a la financiación", expresa el comisario: "Debemos movilizar fondos privados, incluyendo el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y los bancos". El BEI ya ha entregado a Ucrania desembolsos de más de 1.500 millones de euros, pero se trata de fondos de solidaridad para las necesidades prioritarias de financiación a corto plazo y para garantizar la reparación urgente de las carreteras, puentes e infraestructuras ferroviarias dañadas.

Las normas del BEI, cuyos accionistas son los Estados miembros, impiden específicamente la concesión de préstamos dirigidos a las armas y la munición. El comisario francés está presionando para que haya un "movimiento" en esa institución y confía contar con el respaldo de los ministros de Defensa, a pesar de las dudas que algunos países han mostrado sobre el envío de armas a Ucrania: "Es un trabajo en progreso. La reunión de esta semana será importante para enviar una señal desde los Estados miembro de que necesitamos actuar rápida y colectivamente".