Al menos 29 personas han muerto y 60 han desaparecido por las fuertes lluvias que han azotado en los últimos días el estado brasileño de Rio Grande do Sul, en la frontera con Uruguay y Argentina, según han informado este jueves las autoridades regionales.
Las precipitaciones, cuyo volumen en los últimos tres días ha sido casi cuatro veces mayor al de la media para este período, han afectado a más de 71.300 personas en 154 municipios esta semana.
“La situación es absurdamente excepcional. No es un caso crítico, es el más crítico del estado en su historia”, ha asegurado el gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, al presentar las cifras actualizadas en una rueda de prensa.
El mandatario regional ha señalado que el número de muertos “desafortunadamente va a aumentar” pues “hay lugares inaccesibles”, pero ha asegurado que miles de personas están actuando por tierra, agua y mar para ayudar en los rescates.
Leite ha pedido nuevamente la colaboración de la gente para abandonar las áreas de riesgo ante la imposibilidad de llegar a todos los lugares afectados de forma inmediata.
Los temporales no han dado tregua desde el lunes y este jueves han ocasionado la ruptura de una presa en el río Antas. Los habitantes de los alrededores ya habían sido evacuados, pero existe el riesgo de que ocurra lo mismo en otras cinco represas.
Hasta el momento, la tragedia ha obligado a 10.242 personas a refugiarse en casas de parientes o amigos, mientras otras 4.645 se encuentran en albergues temporales.
Por la magnitud de la tragedia, el gobernador decretó la víspera el estado de calamidad pública por un plazo de 180 días en todo Rio Grande do Sul.
Leite se ha reunido este jueves con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que ha viajado a la región para conocer de primera mano la magnitud de la tragedia y reiterar el apoyo del Gobierno para enfrentar las consecuencias del temporal.
“El Gobierno federal estará al 100 % con el pueblo de Rio Grande do Sul para atender con recursos y para que podamos reparar los daños”, ha asegurado el mandatario. Lula ha asegurado que “no faltará ayuda” para cubrir las necesidades básicas de la población.
Las Fuerzas Armadas han desplegado ocho aeronaves, a las que se pueden sumar otras ocho, y más de 600 militares, número que puede llegar hasta los 1.500 según la evolución del temporal.
Rio Grande do Sul, con una población de 11 millones de personas, ha sufrido en el último año el repetido golpe del fenómeno climático de El Niño, con un ciclón extratropical que provocó más de 40 muertes en septiembre.