El presidente de Irán, Ebrahim Raisí, y su ministro de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, han muerto en un accidente de helicóptero en una zona montañosa del noroeste del país, según han informado este lunes la televisión estatal y la agencia oficial IRNA.
“El ayatolá Raisí y sus acompañantes perdieron la vida en el accidente de helicóptero”, ha informado la televisión estatal iraní.
La Media Luna Roja había informado horas antes de que se había localizado “sin señales de vida” el helicóptero en el que viajaban el presidente y el ministro de Exteriores junto al gobernador de Azerbaiyán Oriental, Malik Rahmati, y el líder de los rezos de los viernes de la ciudad de Tabriz, Mohammad-Ali Al-Hashem, además de un número indeterminado de miembros de la tripulación.
La agencia IRNA ha informado de que se ha convocado “una reunión urgente del Gabinete”. La reunión la presidirá el vicepresidente iraní, Mohammad Mojber, quien debería asumir la presidencia según la Constitución del país.
Los restos del helicóptero en el que viajaban el presidente y el ministro de Exteriores de Irán.El helicóptero en el que viajaba Raisí desapareció el domingo cuando regresaba de la ciudad de Tabriz junto con otros dos aparatos -que llegaron a su destino sin problemas-. Los medios oficiales iraníes informaron de que había sufrido un “aterrizaje forzoso”, sin explicar las causas.
Tras la pérdida del contacto se puso en marcha un amplio dispositivo con al menos 65 equipos de rescate, pero las operaciones se han visto afectadas por el mal tiempo, la lluvia y la densa niebla en la zona montañosa donde se ha producido el incidente, según ha informado la Media Luna Roja.
El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, llamó el domingo a la calma ante el paradero desconocido de Raisí. El líder supremo aseguró que no haría “interrupciones en las funciones del país”.
Mientras tanto cientos de personas se han congregado en las ciudades de Mashad, Qom y Teherán para rezar por el bienestar del mandatario ultraconservador, según las imágenes emitidas por la televisión estatal.
Un grupo de personas reza por el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, en una de las calles del centro de Teherán.Raisí había inaugurado este domingo una presa junto con su homólogo azerbaiyano, Ilham Alíev, en la frontera entre los dos países. Se trataba de un proyecto que los mandatarios calificaron como un paso adelante en las relaciones bilaterales tras años de tensiones.
El mandatario ultraconservador llegó al poder en 2021, tras imponerse en las elecciones presidenciales con la participación más baja en la historia de la República Islámica y era uno de los favoritos para suceder a Jameneí.
Durante su Gobierno se ha intensificado la represión contra activistas, mujeres y críticos con el régimen.