La tensión y la desconfianza entre el gobierno y el partido de extrema derecha Demócratas de Suecia (SD) nunca había sido tan alta, hasta el punto que se ha puesto en duda la estabilidad de la coalición que gobierna en Suecia. La semana pasada, el ejecutivo del primer ministro Ulf Kristersson recibió un duro golpe cuando un programa del canal TV4 reveló que desde el departamento de comunicación de SD se han utilizado decenas de cuentas anónimas en redes sociales para difundir bulos, contenido xenófobo y atacar a los partidos del gobierno.
En una serie de cuatro capítulos, el programa de investigación Kalla fakta (Hechos fríos), revela cómo desde el departamento de comunicación del partido de extrema derecha se controla una auténtica “fábrica de trolls” en internet, encargados de difundir “memes” con imágenes y vídeos haciendo burlas y ataques dirigidos tanto a los opositores del partido como a las formaciones que son sus socios de gobierno. La revelación del programa ha causado una gran conmoción entre los moderados, los liberales y los democratacristianos, ya que, según el primer ministro Kriestersson, este hecho “socava la confianza pública y pone en riesgo de debilitar aún más la confianza en la clase política en general”.
Según ha podido demostrar el programa de TV4, desde Demócratas de Suecia se controlaban al menos 23 cuentas anónimas muy polémicas en TikTok, YouTube, Facebook e Instagram con un total de 260.000 seguidores. En los primeros tres meses de este año, las cuentas han hecho más de 1.000 publicaciones, que fueron vistas y reproducidas más de 27 millones de veces por los usuarios. En una de las publicaciones más vistas en las redes se puede ver un montaje en video del líder de SD, Jimmie Åkesson, conduciendo un tanque lanzando llamas sobre el barrio de Rinkeby, una de las zonas con más población migrante de Estocolmo. En otro video, se utilizaban herramientas de inteligencia artificial para manipular la voz de la ex primera ministra socialdemócrata Magdalena Andersson para que se la vea y escuche diciendo: “podemos aplastar todo el país, juntos podemos destruir Suecia”. En los perfiles de estas cuentas “trolls” también se hacía difusión de contenidos creados por figuras del entorno neonazi en Estados Unidos que se han vuelto muy populares en algunos foros ultras de internet.
Contenido destinado a los jóvenesLa investigación periodística ha sido posible gracias a la infiltración del reportero Daniel Andersson dentro del gabinete de comunicación de SD durante un año. Desde las elecciones generales en 2022 ya había rumores de que el partido ultra (que quedó como segunda fuerza en los comicios), utilizaba la desinformación en las redes sociales, sin embargo, no se había conseguido recoger pruebas de ello. Andersson empezó por afiliarse a SD para acercarse a los responsables del partido. Seis meses después, consiguió reunirse con Joakim Wallerstein, director de comunicaciones del partido, que inmediatamente lo contrató para trabajar en el canal de YouTube Riks, abierto en 2020 por miembros de SD que luego se desvincularon oficialmente en 2023.
En uno de los capítulos de Kalla fakta, el reportero Anderson cuenta que “Joakim Wallerstein me dijo el primer día que tenían una visión de cómo cambiar la mentalidad de la gente”, “dijo que es un proceso que comienza temprano en la vida, por eso es importante en las redes sociales llegar a una audiencia joven”. Con el paso de las semanas, los compañeros del departamento de comunicación confirmaron al periodista que eran “luchadores de la red” que formaban “la fábrica de trolls” del partido. Andersson también pudo comprobar cómo sus compañeros, además de gestionar las cuentas oficiales del partido, también publicaban las imágenes y videos de otras cuentas que aparentemente no tenían vínculo con SD, pero que difundían mensajes xenófobos siguiendo la línea ideológica de la formación.
Åkesson se burla de los periodistasEn las filas del gobierno, la indignación por las revelaciones ha sido mayúscula y todos los partidos exigieron a SD que tomara acciones para reconstruir la confianza. Los liberales y los democratacristianos piensan que los hechos representan una violación del acuerdo del Tidö, en que las cuatro formaciones conservadoras se comprometieron a “contribuir a tener un buen clima de cooperación, comportándose con dignidad y hablando con respeto a los principales representantes de los demás partidos” como señaló el líder liberal Johan Pehrson. Desde los democratacristianos, la portavoz Ebba Busch exigió a la formación de ultraderecha “limpiar el partido”.
A pesar de la presión política, la reacción del líder de SD, Jimmie Åkesson, fue muy distinta de la que esperaban sus socios. En un video subido el martes en YouTube, Åkesson pronunció un “discurso a la nación” en el que denunciaba “una gigantesca operación de manipulación, llevada a cabo por el establishment liberal de izquierda”, cuyo objetivo era “desmoralizar a los votantes de SD”. En el vídeo, el líder xenófobo se burlaba de los periodistas de TV4 para defender su partido, en un tono muy alejado de las disculpas que le exigían los partidos del gobierno.
Finalmente, la crisis se intentó apagar el jueves a última hora en una reunión con los cuatro partidos que forman el acuerdo del Tidö. Tras el encuentro que duró una hora y media, el representante de SD expresó unas disculpas a medias y anunció que se eliminaran 45 publicaciones polémicas de las redes sociales, además de relegar de su puesto a dos responsables de comunicación del partido. El resto de partidos en el gobierno no quisieron responder a las preguntas de los periodistas, pero desde la oposición se acusa al ejecutivo de rendirse al partido xenófobo para poder mantener sus votos que sustentan al gobierno. El portavoz de los socialdemócratas remarcó que “estas fábricas de trolls en internet son financiadas por todos los contribuyentes, cuyo propósito es amenazar, intimidar, y en última instancia, influir en el voto del pueblo sueco”. Desde el ingreso del país nórdico a la OTAN, y ahora con la campaña de las elecciones al parlamento europeo, el gobierno sueco tenía marcado como objetivo prioritario luchar contra la desinformación en internet.