Última posición. España está a la cola en gasto militar y es el país de la OTAN más alejado del objetivo de gastar un 2% del PIB nacional en defensa con un 1,28%. Ocupa el último puesto de los 32 miembros de la alianza atlántica. Por el contrario, Polonia es el que encabeza el ranking con un 4,12% de su riqueza gastada en defensa, seguido de Letonia (3,43%) y de Estados Unidos (3,38%), que es, sin embargo, el único que ha reducido el porcentaje de inversión respecto a hace una década.
Los aliados se marcaron como objetivo en la cumbre de 2014 llegar a un 2% del PIB en gasto en defensa. 23 de los miembros ya lo han cumplido. Los que tienen deberes pendientes son Croacia, Portugal, Italia, Canadá, Bélgica, Luxemburgo, Eslovenia y España, que se ha comprometido a llegar a ese umbral en el año 2029.
Gráfico de la OTAN sobre el gasto militar de sus miembros respecto al PIB.Lo que siempre enfatiza el ala socialista del Gobierno es que el acuerdo que se alcanzó en aquella cumbre de Gales no sólo incluía el gasto porcentual respecto al PIB sino también otras aportaciones, como la participación en misiones o las capacidades. En los gastos en equipamientos, España sí está por encima del 20% establecido. En concreto, se sitúa en el 30,3% (más del doble que hace diez años). Polonia encabeza de nuevo esa tabla (51,1%), seguido de Hungría (47,8%) y Albania (47,7%). Esa meta sólo la incumplen Bélgica y Canadá.
Los datos proporcionados los ha poporcionado la OTAN este lunes a última hora europea, coincidiendo con la visita del secretario general, Jens Stoltenberg, a Estados Unidos previa a la cumbre del 75º aniversario que se celebrará en Washington en julio. Las cifras corresponden al gasto de los países en 2023 y las estimaciones previstas para el presente año. En el caso de España, no hay nuevos presupuestos y se prorrogaron los de 2023.
En el conjunto de los países de la OTAN la estimación es que entre el pasado año y el presente ejercicio el gasto militar crezca ocho puntos pasando de un 9,3% al 17,9% coincidiendo con las ayudas a Ucrania. Ya en 2022 se produjo un salto triplicándose desde el 3,7%. “Puede parecer una paradoja, pero el camino para la paz es que haya más armas para Ucrania”, ha dicho Stoltenberg.