“Nunca había sentido un dolor de esta magnitud al mirar a nuestros pacientes a la cara”. Esas han sido las emotivas palabras que ha pronunciado una enfermera de Médicos sin Fronteras sobre la terrible situación que vive el sistema sanitario en una Gaza arrasada por la guerra y el hambre, y con cada vez menos recursos. “Sé lo que implica el sufrimiento de nuestros pacientes y sé lo duro que resulta para nuestros compañeros gazatíes tener que elegir a quién atender, a quién salvar o a quién aliviar.
Visiblemente emocionada, la profesional sanitaria ha narrado la situación que viven los voluntarios en los centros de salud y hospitales. “He vivido y he sentido Gaza, sé a qué huele el olor y la muerte”, ha explicado Conde en la sala Ernest Lluch. “Sé lo difícil que es mirar a un paciente a la cara sin poder ofrecerle nada, porque no tienes nada que ofrecer, más que apretarle la mano y darle consuelo”, ha continuado.
Después del comienzo de la guerra entre Israel y Gaza, el ejército israelí ha asediado en diferentes ocasiones algunos de los hospitales mayoritarios. Uno de ellos es el complejo médico de Al Shifa, en el que las fuerzas israelíes usaron tanques y vehículos militares para asediarlo por cuarta vez el pasado mes de marzo. Al menos 32 hospitales están fuera de servicio debido a la guerra, mientras el sistema sanitario en la zona está al borde del colapso.
Por ello, la enfermera ha denunciado no solo esta extrema situación, sino también la desprotección que sufren tanto civiles como profesionales sanitarios. “Por primera vez he sentido que no hay ningún derecho o ley que me proteja”, ha relatado, algo que puede sentar un “precedente”, el de “no respetar las normas más básicas y elementales de cuidado y protección de la población civil”. “¿Quién los cuidará?”, se ha preguntado.
Eso sí, Ruth Conde ha afirmado que no se pueden “rendir”, que seguirán “estando presentes en los pocos hospitales que quedan”, y “abriendo centros de salud y maternidades para que la vida pueda seguir llegando a Gaza”. “Apelo a ustedes a asumir su responsabilidad y hacer todo aquello que esté en su mano para que esta situación termine”, ha concluido, antes de que prácticamente toda la sala arrancara en aplausos.