Beryl, el primer huracán del año en el Atlántico, ha azotado el Caribe durante esta semana, causando al menos 10 muertos y millones de euros de daños en infraestructura. El huracán ha pasado por Jamaica, donde ha dejado a más de 400.000 personas sin electricidad, y se dirige ahora a las costas de México, según la información del Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés). Se prevé que Beryl sacuda al país en dos ocasiones: primero a la península de Yucatán, una de las zonas más turísticas de México, y unos días después a las costas de Tamaulipas.

Este lunes, Beryl alcanzó la categoría 5 de potencia, la mayor que llegar a tener un ciclón en la escala Saffir-Simpson, que mide a los ciclones por la velocidad e ímpetu de su viento. Disminuyó a 4 el martes por la tarde, cuando llegaba a la isla de Jamaica. Más de un millar de jamaicanos tuvieron que cobijarse en refugios para protegerse de un ciclón atípico que ha dejado una destrucción significativa de edificios, carreteras y embarcaciones en varios países del Caribe.

Venezuela —donde han muerto dos personas y desparecido otras cinco—, Haití, Puerto Rico o República Dominicana son algunos de los países que han tenido que activar las alertas de seguridad y tomar medidas como el cierre de instalaciones y vías marítimas, aunque han salido casi indemnes del paso del huracán.

Según el cálculo del NHC, y de seguir este rumbo, Beryl tocará la costa mexicana de Yucatán durante esta noche o la madrugada del viernes, ya habiendo reducido su potencia a un grado 2 o 3. Afectará a los municipios de Felipe Carrillo Puerto y Tulum, en el estado de Quintana Roo, donde la Coordinación Nacional de Protección Civil del país ya ha emitido órdenes de evacuación. También ha cancelado las clases y otras actividades públicas. Después de su paso por México, el centro de investigación prevé que el ciclón se convierta en tormenta tropical.

El secretario de Turismo en Quintana Roo, Bernardo Cueto, ha informado de que hasta el momento hay 355.786 turistas a lo largo de todo el estado, principalmente entre Cancún y la Riviera Maya, cifra que supone un 68,5 % de ocupación hotelera. “Estamos identificando la cantidad de turistas, los refugios para ellos en los diferentes destinos del estado y en el momento en el que las autoridades de Protección Civil así lo determinen, en caso de evacuación, estaremos listos para llevar a los turistas hacia refugios seguros”, ha expuesto Cueto.

Prácticamente todo el estado de Quintana Roo se mantiene en alerta amarilla, mientras que los municipios de Tulum, Felipe Carrillo Puerto, Bacalar, Othon P. Banco y José María Morelos están en alerta naranja. Diego Castañón, presidente municipal de Tulum, ha aclarado que ya se han desplegado las fuerzas de seguridad y se han armado 42 refugios anticiclónicos para turistas y la población en general, los cuales contarán con un médico y una enfermera, además del apoyo de efectivos militares y de protección civil. Situaciones parecidas se repiten en las localidades adyacentes, que serán atacados directamente por el huracán.

Los albergues cuentan con capacidad para recibir hasta 5.000 personas y están equipados con colchonetas, cobertores, alimentos, y personal médico para atender las necesidades básicas de los ciudadanos, según ha recogido la agencia EFE.