El líder de la Francia Insumisa y uno de los referentes del Nuevo Frente Popular, Jean-Luc Mélenchon, ha reclamado este domingo al presidente, Emmanuel Macron, el nombramiento de un primer ministro de la alianza de izquierdas que, según los sondeos, será el bloque mayoritario en las elecciones legislativas francesas. La petición del líder de la izquierda francesa ha llegado apenas momentos antes de que Gabriel Attal, actual primer ministro, haya anunciado que este lunes presentará su dimisión, mientras que Marine Le Pen ha asumido su derrota.

En un discurso pronunciado ante centenares de personas reunidas en la capital para celebrar la victoria de la izquierda, Mélenchon consideró un “alivio” que no se haya producido la victoria anunciada de la extrema derecha. Pero también consideró que los resultados “confirman la derrota del presidente y de su coalición” y le pidió que “no intente escapar de esa derrota con subterfugios”.

El líder de izquierdas aseguró que el jefe de Gobierno tiene que ser del Nuevo Frente Popular, la coalición de izquierdas que su partido, La Francia Insumisa, formó con socialistas, comunistas y ecologistas. “Y tiene que aplicar su programa y solo su programa”, recalcó Mélenchon, que rechazó entrar en negociaciones con la coalición de Macron.

Además, consideró que el nuevo Ejecutivo tiene que aplicar su programa, con medidas como la derogación de la reforma de las pensiones aprobada el año pasado por Macron, introducir el bloqueo de los precios de algunos productos y subir el salario mínimo.

El Partido Socialista (PS) francés, por su parte, que en estas elecciones legislativas ha acudido a las urnas en la coalición del Frente Popular (NFP), ha advertido este domingo que no tolerará ninguna “coalición de contrarios que vaya a traicionar el voto de los franceses y prolongar las políticas macronistas”.

“Francia merecía más que la alternativa entre neoliberalismo y fascismo”, ha celebrado el primer secretario del PS, Olivier Faure, tras conocerse las primeras proyecciones de voto, que dan la victoria al NFP por delante del bloque macronista y de la ultraderechista Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés) de Marine Le Pen, que partía como la gran favorita.

El dirigente socialista ha pedido que reconozcan su derrota a “quienes han sido desaprobados tres veces”, en referencia al macronismo, que no ha sabido imponerse en las tres últimas citas con las urnas.

Pero sobre todo, ha incidido en que prometan que no “mezclaran su voto con el de la extrema derecha” en los próximos años para impedir las medidas de izquierda.

La votación de hoy, que ha “evitado lo peor”, ha dicho, debe servir para abrir una auténtica “refundación” que repare las grietas de un país muy dividido. Por ello, Faure ha llamado a la unión a todos los franceses en torno a los “valores republicanos”.

Faure ha asegurado que el Nuevo Frente Popular “debe hacerse cargo de esta nueva página” de la historia y prometió que solo habrá una “brújula”, que será el programa unitario acordado al comienzo de la campaña.

“Francia merecía más que la alternativa entre neoliberalismo y fascismo”, ha celebrado el secretario general, Olivier Faure, tras conocerse las primeras estimaciones de voto que dan la victoria al NFP.

Marine Tondelier, secretaria nacional de los Ecologistas, también ha celebrado los resultados: “La justicia social ha ganado, la justicia medioambiental ha ganado y el pueblo ha ganado”. “Vamos a gobernar”, ha prometido.

El expresidente socialista francés François Hollande ha insistido también en que la izquierda, aunque haya conseguido terminar en primera posición en las elecciones, no tiene mayoría absoluta y tiene que mostrar “responsabilidad” para aplicar su programa y buscar la pacificación tras la fractura de la campaña.

El que fue presidente de 2012 a 2017 indicó que “la izquierda debe traer calma” después de la polarización durante la campaña, tener en cuenta las dificultades que han manifestado muchos franceses, y sus miembros deberán ser “ardientes defensores de la democracia y de la justicia social”.

Por su parte, el Elíseo ha confirmado en un comunicado que el presidente, Emmanuel Macron, no saldrá a hablar y que esperará a la “estructuración” de la nueva Asamblea para “tomar las medidas necesarias”.

El primer ministro francés, Gabriel Attal, ha anunciado que este lunes presentará su dimisión ante el presidente Macron. “Desde esta noche, el grupo político al que represento ya no tiene una mayoría y mañana por la mañana presentaré mi dimisión al presidente”, ha dichoAttal en su primera comparecencia tras conocer los resultados de la segunda vuelta.

En un claro giro con respecto a la primera vuelta de las elecciones, la coalición de extrema derecha no podrá formar una mayoría absoluta en el parlamento. Según Attal, Francia se adentra ahora en una nueva era.

El ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, ha afirmado que con los resultados de las legislativas de este domingo “nadie puede apropiarse la victoria”, ha criticado al líder de la izquierda, Jean-Luc Mélenchon, y ha pedido “más apertura a la derecha moderada republicana”.

“Nadie ha ganado estas legislativas, ni siquiera Macron, que hace declaraciones grandilocuentes en la televisión”, ha dicho el ministro, que revalidó su escaño de diputado en el norte del país.

Darmanin, que entró en el Gobierno procedente de la derecha, pidió pactar con los diputados de esa sensibilidad para formar un futuro Gobierno. “Creo que hay que abrirse a la derecha republicana más de lo que lo hemos hecho hasta ahora”, ha señalado.

La líder ultraderechista francesa, Marine Le Pen, ha lamentado la derrota de su partido en las legislativas de este domingo, pero se ha aferrado a que han duplicado sus apoyos por lo que consideró que “pone los cimientos de la victoria futura”.

“La marea sube, no lo suficiente esta vez, pero sigue subiendo. Es una victoria en diferido”, ha asegurado Le Pen, que no ha pedido la dimisión del presidente, Emmanuel Macron, pese a lo que consideró un “fracaso” del jefe del Estado. La líder de la extrema derecha ha destacado la progresión de su partido “pese a tener a todos en contra, incluida a la prensa, que ha tomado partido en esta campaña”.

Descontando las alianzas, ha declarado que su partido, la Agrupación Nacional (RN), es “el primero de Francia” y ha señalado que en “decenas de circunscripciones” se quedaron a uno o dos puntos de la victoria, lo que le permitió augurar que el triunfo de la extrema derecha “llegará” en futuras legislativas.

Jordan Bardella, candidato a primer ministro por el ultraderechista Agrupación Nacional (RN), que será tercero en las elecciones francesas, según las proyecciones, ha acusado este domingo al presidente francés, Emmanuel Macron, de dejar el país “en los brazos de la extrema izquierda de [Jean Luc] Mélenchon”.

“La alianza del deshonor tejida por Macron y (el todavía primer ministro, Gabriel) Attal y sus arreglos electorales con la extrema izquierda han privado a los franceses del enderezamiento político que los franceses habían escogido” en la primera vuelta, lamentó Bardella, al que los sondeos daban como el primer ministro más probable.

Bardella, de 28 años, achacó la inesperada derrota del RN a “la desinformación” y a “las caricaturas” que los medios han hecho de su partido, que había ganado claramente la primera vuelta del 30 de junio, con el 33,3 %, y que había vencido en las europeas del 9 de junio con un resultado semejante.

El candidato, quien fue recibido a los gritos de “Jordan, Jordan” por decenas de militantes, dejó claro que, en una Asamblea Nacional fragmentada con una leve ventaja de la izquierda, el RN “estará contra la ecología punitiva y la confiscación de la soberanía nacional”.

“No entraremos en ningún acuerdo de fachada”, aseveró Bardella, dando a entender que seguirán en la oposición. El presidente del RN, no obstante, destacó que, “a pesar de la alianza contra natura”, su partido “registra el mayor crecimiento” electoral de su historia.