Ursula von der Leyen ha seducido a la dirección de Los Verdes, que ha pedido a sus 53 eurodiputados que voten a favor de la candidata del Partido Popular Europeo para un nuevo mandato al frente de la Comisión Europea. Los gestos de la alemana, que mantiene la agenda verde en sus prioridades políticas enfocado a una política industrial 'limpia' y que ha hecho algunos guiños en materia de política social, han servido a la cúpula del grupo medioambientalista para justificar la decisión de sumarse a la 'mayoría Von der Leyen' garantizándole una reelección holgada, a pesar de que son conscientes de que no habrá una disciplina total en una votación que es secreta.
Los Verdes han cambiado la estrategia respecto a hace cinco años al apostar ahora por integrarse en la mayoría para incrementar su influencia en la política europea tras haber perdido una veintena de escaños en las elecciones de junio. En esta ocasión han negociado con Von der Leyen bajo la premisa de que sumarles a la ecuación es la única forma de que haya una “legislatura estable” ante el auge de la extrema derecha y la presión dentro de las filas del Partido Popular Europeo para mirar hacia esos grupos en detrimento de las fuerzas que tienen a su izquierda.
“No podemos retroceder en el Pacto Verde. Necesitamos una legislación de adaptación al clima para ser más resilientes. El Pacto Verde es la supervivencia humana en el planeta”, ha alertado en el debate la copresidenta de Los Verdes, Terry Reintke, que ha dicho que en las negociaciones han alcanzado “soluciones de compromiso” y ha defendido una mayoría de fuerzas proeuropeas. “Tenemos que mantener a la extrema derecha lejos del poder para que no tenga influencia”, ha aseverado.
El 'sí' de Los Verdes allana el camino de Von der Leyen para sacar adelante su reelección con una holgada mayoría. La candidata designada por los líderes de la UE -con el 'no del ultraderechista húngara Viktor Orbán y la abstención de la italiana Giorgia Meloni- necesita 361 apoyos en una votación secreta en la Eurocámara. Populares, socialistas y liberales suman 401 escaños, por lo que tiene un 'colchón' de unos 40 escaños. No obstante, la disciplina de voto no opera en el Parlamento Europeo como a nivel nacional y se presupone unas fugas de en torno al 10% (delegaciones como Les Républicains ya han anunciado el 'no' a la candidata de sus propias filas).
De ahí que Von der Leyen haya buscado ampliar los apoyos por la izquierda y por la extrema derecha. La alemana ha puesto más énfasis en Los Verdes, que se abrieron claramente a respaldarla, a pesar de las reticencias que genera en el Partido Popular Europeo, donde un sector prefiería buscar la alianza con el grupo de los Conservadores y Reformistas (ECR) del que forman parte los Fratelli d'Italia de Giorgia Meloni o los ultranacionalistas polacos de Ley y Justicia. La presidenta de la Comisión Europea mantuvo una reunión el martes con el grupo y ha buscado el respaldo de delegaciones nacionales, como los italianos de la extrema derecha, a la que también ha hecho algunos gestos, como el mensaje de la reducción de la burocracia, que le llevará a crear una vicepresidencia de Aplicación, Simplificación y Relaciones Interinstitucionales.
Durante el debate, el portavoz de ECR, Nicola Procaccini, ha recordado que las delegaciones del grupo votarían en función de sus intereses nacionales -algunas como los checos o los flamencos belgas deslizaron su apoyo- y no ha desvelado qué harán los eurodiputados de Fratelli d'Italia. “No tenemos nada personal contra usted. En su mandato ha tenido que aceptar lo que quería la izquierda porque el Consejo, la Comisión de hace cinco años eran rehenes de una mayorías de izquierdas, pero hoy ya no es el caso”, le ha dicho. Fuentes del grupo han informado que en una reunión tras el debate “la mayoría de delegaciones confirmaron su voto en contra”. Según La Stampa, la intención de Fratelli d'Italia es no revelar su voto hasta que se conozcan los resultados.
El portavoz del PPE, Manfred Weber, ha defendido sin entusiasmo a la candidata a la reelección, aunque ha asegurado que es la “elección correcta”. El jefe de los populares, que en la anterior legislatura no ocultó su enfrentamiento con su correligionaria, a la que acusa de haber dejado al margen la agenda de su partido para cumplir con exigencias de socialistas, liberales e incluso verdes, ha colocado en el mismo saco a los ultraderechistas a los que mantiene el cordón sanitario, Marine Le Pen o Viktor Orbán, con el líder de la Francia Insumisa Jean Luc Mélenchon, a los que ha acusado de “dividir a la gente”.
“Nuestro apoyo a su presidencia estará condicionado a la obligación de ofrecer un proyecto de Europa que acabe con las desigualdades”, ha advertido la socialista Iratxe García, que celebra que Von der Leyen haya recogido sus demandas en materia de vivienda. La dirigente del PSOE ha reclamado a la alemana que se “enfrente” a las fuerzas ultras: “Debe saber cuál es el lado correcto de la historia”.
La coportavoz de La Izquierda, Manon Aubry, ha ratificado el voto en contra de su grupo a Von der Leyen, a quien ha pedido que “salga de su torre de marfil y se enfrente a la realidad”. “Nos negaremos a participar en la farsa de su mortífera gran coalición”, le ha dicho a la presidenta de la Comisión Europea, que le ha reprochado las políticas de “austeridad”.