Mientras la Fiscalía tailandesa solicitó la pena capital por asesinato premeditado, la defensa del español argumentó que la muerte de Edwin Arrieta fue un accidente fruto de una discusión; finalmente Daniel Sancho ha sido condenado a cadena perpetua
La Justicia tailandesa condena a Daniel Sancho a cadena perpetua
La sentencia contra Daniel Sancho por el asesinato de Edwin Arrieta en Tailandia pone fin al crimen que más atención ha captado entre las televisiones y medios de comunicación españoles en el último año.
El 31 de julio de 2023, Daniel Sancho y Edwin Arrieta llegan a la isla de Ko Phan-ngan, donde al parecer habían quedado para la fiesta de la luna llena. Un día después, las cámaras de una tienda graban a Sancho comprando una sierra, cuchillos, detergente y otros utensilios. Otra cámara capta a los dos viajando en moto. Un día después, el 2 de agosto, Sancho mata a Arrieta en su bungalow, lo descuartiza, se sube a un kayak y tira al mar algunos restos del cadáver. Otras bolsas las deja en un vertedero de la zona.
El 3 de agosto la familia de Arrieta se pone en contacto con Sancho tras no lograr hablar con él y este denuncia su desaparición en comisaría. Paralelamente, alguien encuentra una pelvis humana en un vertedero y la Policía abre una investigación. Al día siguiente, aparecen más restos en el vertedero y los agentes detienen e interrogan a Sancho, que presenta arañazos sospechosos en los brazos. En su primera versión, el acusado declara que no sabe nada de Arrieta desde la noche anterior.
Al día siguiente, 4 de agosto, Sancho sigue detenido y acaba confesando que fue él quien mató y descuartizó a Arrieta. Desde entonces, el joven ha estado en prisión preventiva acusado de asesinato, ocultación del cuerpo y extravío de documentación de la víctima. Frente a la teoría de la Fiscalía, Sancho sólo ha reconocido la ocultación del cuerpo, negando el extravío de la documentación y asegurando que la muerte de Arrieta no fue un asesinato premeditado, sino fruto de una pelea. El acusado denunció que Arrieta le tenía como un “rehén”, que le “amenazaba” y que quería tener una relación con él.
Un cambio de hotel a última hora y la compra de la sierra y otros utensilios son los principales elementos de la acusación para alegar un asesinato premeditado. Sancho declaró que el material era para un vídeo para su canal de cocina de YouTube, que llevaba entonces muchos meses desactualizado.
La autopsia no pudo determinar la causa de la muerte porque faltan partes fundamentales del cuerpo de la víctima. Sin embargo, meses antes del informe final, el número dos de la Policía declaró que Arrieta no había muerto por los golpes, sino degollado.
En enero, meses antes del juicio, los abogados de Sancho ofrecieron una rueda de prensa en la que denunciaron irregularidades en la investigación. Aseguran que se prometió al acusado una deportación en 48 horas si colaboraba y que firmó documentos en tailandés bajo engaño. Unas semanas después, las autoridades anunciaron que dos pruebas importantes, el cuchillo y la sierra, habían desaparecido.
El juicio se celebró finalmente entre el 9 de abril y 3 de mayo de este año, a puerta cerrada, y ni siquiera se ha revelado la identidad del juez del caso. El juicio cerró con la declaración final de Sancho, de unos 45 minutos, en la que pidió perdón por descuartizar e intentar hacer desaparecer el cadáver, alegando que nunca quiso matar a Arrieta y que actuó en defensa propia.
El código penal tailandés castiga el asesinato con penas que van desde 15 años de cárcel hasta la pena de muerte, con la que se castigan, entre otros, los asesinatos con premeditación –si bien, desde hace años el castigo máximo o no se aplica o se suele reducir–. Sancho podría pedir el traslado a las cárceles españolas de acuerdo con un convenio firmado entre España y Tailandia en 1983, pero para ello tendría que haber cumplido una tercera parte de la condena en ese país, pedir perdón y solicitar el traslado a las autoridades españolas.
Finalmente Sancho ha sido condenado este jueves a la cadena perpetua. El juez señaló que la condena había sido reducida de la pena de muerte a la cadena perpetua por la colaboración del acusado con la investigación. También se le ha condenado a pagar una indemnización a la familia de Arrieta de 4 millones de bat (casi 119.000 dólares o alrededor de 107.000 euros).