(LondresTV) No estamos hablando de dos zonas geográficas, aunque de hecho lo son, una en Venezuela y la otra en Irán, sino del apellido de un ex candidato presidencial venezolano ex chavista, y un ex colaborador de los servicios de inteligencia israelí, negociante de armas a los ayatolás de la República Islámica de Irán, ligado al expresidente de Zimbabue, Robert Mugabe y para variar está ligado a la junta militar de Sudán.  

Además de este amplísimo Curriculum, Ari Ben-Menashe, de nacionalidad israelí nacido en Irán y de 68 años, se desempeña como promotor en Estados Unidos y de cabildeo del ex candidato presidencial venezolano Henri Falcón Fuentes, en la pasada campaña electoral en la cual resultó reelegido Nicolás Maduro y que no reconoce la oposición de ese país, por considerarlas fraudulentas.

El cabildeo que realiza por estos días Ari Ben-Menashe busca empoderar a Falcón y apuntalarlo como la posible salida a la crisis política que vive Venezuela.

Ben-Menashe funge como director de una firma canadiense llamada Dickens y Madson y que dedica al llamado cabildeo o lobby, es decir, buscador de influencias entre los políticos de reconocida trayectoria y cargo.

¿Y qué papel juega Henri Falcón Fuentes con este polémico personaje israelita-iraní? y ¿qué es lo que busca con este contacto poco ortodoxo para las costumbres políticas venezolanas?

Pues según medios estadounidenses lo que persigue el ex candidato presidencial venezolano, quien en esa campaña de 2018 fuera catalogado por una importante porción de la oposición en Venezuela  como un candidato aliado del oficialismo y que buscaba dividir al electorado opositor, así como legitimar unas elecciones que ya eran señaladas como irregulares por varios factores. Esos factores fueron: Un CNE (Consejo Nacional Electoral) parcializado hacia el gobierno, una elección sin representación de la oposición pues los principales partidos y candidatos fueron inhabilitados por la ANC o Asamblea Nacional Constituyente, ciento por ciento oficialista y que se ha subrogado las competencias de la Asamblea Nacional.

Que ahora busque erigirse como una tercera vía entre Nicolás Maduro, presidente en funciones, Diosdado Cabello (segundo a bordo del gobierno revolucionario) o Héctor Rodríguez (actual gobernador del estado Miranda), todos son mencionados como posibles candidatos; y el líder opositor Juan Gerardo Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y reconocido como presidente interino o encargado de Venezuela por 55 países del mundo.

Ya los analistas políticos venezolanos dan cuenta de una primera hipótesis: Falcón Fuentes busca sacar del juego a Guaidó, lo cual en política es válido, solo que al parecer continúa la alianza para favorecer al gobierno de Maduro y erigirse en una eventual victoria como marioneta del chavismo con lo cual se perpetuaría la revolución en el poder en Venezuela.

En lo dicho públicamente, lo que busca Falcón es ser “un candidato de tercer vía” que destrabe la situación política en el país caribeño entre Maduro y Guaidó, situación que ya lleva seis meses sin nada concreto y una tercera ronda de negociaciones o diálogo, como lo llama el gobierno, esta vez en Barbados, sin resultados aparentes.

El cabildeo supone una cifra de 200.000 dólares, lo cual suena abrumador en un país que está pasando por la peor crisis económica de su historia reciente. La firma asegura que lo que está planteado es presentarle a Estados Unidos, e incluso a Rusia,  a un Henri Falcón como el candidateable para la presidencia de Venezuela. El documento de la firma canadiense fue presentando al Departamento de Justicia de Estados Unidos. En la mira de la citada firma está cabildear al Ejecutivo y al Legislativo estadounidense.

Henri Falcón habló a la cadena de noticias internacional BBC Mundo y al respecto dijo que lo que hizo su partido fue “contratar de manera legal unos servicios profesionales y de representación en el exterior, igual que hacen otras muchas formaciones políticas venezolanas".

Sea como sea, la oposición venezolana, la cual ve a Falcón como un chavista encubierto, no apoya esta tesis del ex chavista y ex gobernador del estado Lara-Venezuela, que una vez bebió de la misma copa con el fallecido Hugo Chávez  y los más altos jerarcas del chavismo venezolano.

(Miércoles 31 de julio de 2019)