Una crisis política sin precedentes en las últimas décadas ha estallado este lunes en Perú, después de que el presidente Martín Vizcarra disolviera constitucionalmente el Congreso y una facción de este en rebeldía votara la "suspensión" del mandatario y jurara a la vicepresidenta Mercedes Aráoz.
La larga, tensa y convulsa jornada que ha vivido el país ha dejado muchas heridas políticas abiertas por resolver, una gran incertidumbre sobre qué va a pasar en el futuro inmediato y pocas certezas sobre la situación legal y las consecuencias políticas de muchas de las decisiones que se tomaron.
Elecciones en 2020El gobierno del país ha anunciado este lunes, mediante un decreto supremo publicado en una edición extraordinaria del diario oficial El Peruano, la convocatoria a elecciones legislativas para el 26 de enero de 2020, tras la disolución del Parlamento.
El decreto supremo cita el artículo 134 de la Constitución, que establece que el presidente está facultado a disolver el Congreso si éste ha censurado o negado su confianza a dos Consejos de Ministros, y que debe convocar elecciones legislativas a celebrarse en los cuatro meses siguientes a la disolución.
El actual Congreso fue elegido en los comicios del 2016 para un periodo que terminaba en 2021, quinquenio que debía cumplir el exmandatario Pedro Pablo Kuczynski, quien renunció el año pasado por presuntos vínculos con la empresa brasileña Odebrecht.
Crisis políticaEl decreto fue firmado por el presidente Martín Vizcarra y el primer ministro Vicente Zeballos, quien ha jurado este lunes en reemplazo del saliente Salvador del Solar. Vizcarra ha anunciado la disolución "constitucional" del Congreso peruano con el objetivo de poner fin a la crisis política que lo enfrentaba con la oposición dominada por el fujimorismo.
Vizcarra ha anunciado la disolución del Congreso, tras recibir una tercera negativa de confianza del Parlamento, en el punto más álgido del enfrentamiento político que mantuvo el Legislativo con el Gobierno, desde la elección del actual Ejecutivo en 2016.
Nombramiento de AráozNo obstante, una facción del Congreso ha hecho oídos sordos a la disolución y ha tomado juramento a la vicepresidenta Mercedes Aráoz, como "presidenta en funciones" del país, después de que ese grupo votara la suspensión del gobernante Martín Vizcarra por un periodo de 12 meses. La mayoría opositora en el Parlamento ha acusado al presidente de golpista.
Los máximos jefes de las fuerzas armadas de Perú han acudido al Palacio de Gobierno para dar su respaldo a Vizcarra tras el anuncio de la disolución del Congreso. El jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y los comandantes generales del Ejército, la Marina de Guerra, la Fuerza Aérea y de la Policía Nacional "reafirman en Palacio de Gobierno su pleno respaldo al orden constitucional y al presidente", según informa la Presidencia de la República.
El Jefe del @CCFFAA_PERU y los Comandantes Generales del Ejército, Marina, Fuerza Aérea y Policía Nacional del Perú reafirman en Palacio de Gobierno su pleno respaldo al orden constitucional y al presidente @MartinVizcarraC como Jefe Supremo de las FF.AA y PNP. pic.twitter.com/EvbF0XfEBf
— Presidencia Perú (@presidenciaperu) October 1, 2019Manifestaciones ciudadanasMiles de peruanos celebraron este lunes en los exteriores del Palacio Legislativo la disolución del Congreso y la convocatoria a elecciones legislativas con gritos como "sí, se pudo" o "Perú, te quiero, por eso te defiendo". Con carteles y banderas rojiblancas en mano, miles de jóvenes, adultos, integrantes y simpatizantes de sindicatos y colectivos civiles llegaron hasta la céntrica avenida Abancay "emocionados" por celebrar lo que para ellos "es lo mejor que le ha podido suceder al Perú".
Así lo señaló a Efe el ciudadano Miguel Márquez, de 60 años, que llegó "emocionado por los cambios que va a haber" tras la medida constitucional. "Ojalá que sea el comienzo del inicio de un Gobierno más decente para el país", señaló abrigado con una bandera peruana en la espalda y sobre una motocicleta con la que se adentró hasta las avenidas del centro histórico de Lima, custodiadas por agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP).