El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, finalmente ha logrado reunirse con Donald Trump. La foto que sale del encuentro de este viernes en la Torre Trump de Nueva York supura incomodidad.

Las palabras del magnate de este viernes no hacen más que aumentar la preocupación de Zelenski por el futuro de su país si Trump consigue recuperar a la Casa Blanca este cinco de noviembre. Esta semana, el expresidente insinuó en un mitin en Carolina del Norte que Ucrania debería haber cedido territorio a Rusia antes de la invasión en 2022. Trump, antes de decir que tiene buena relación con Putin, también ha asegurado que la tiene con Zelenski. Algo difícil de creer por parte del presidente ucraniano, quien también ha sido el foco de las críticas de Trump, aunque este viernes se ha mostrado satisfecho con la reunión. 

“Es un honor tener al presidente con nosotros, y ha pasado por mucho”, ha afirmado Trump, “como probablemente nadie más, casi nadie más en la historia, si realmente lo piensas bien, y vamos a tener una discusión y ver qué podemos proponer”. Las palabras del magnate suponen un drástico cambio en la narrativa del magnate sobre cómo ha gestionado Zelenski la guerra.

La última vez que se vieron el ucraniano y el republicano, también fue en los márgenes de la Asamblea General de Naciones Unidas. La tensión también era palpable entonces. En esa ocasión, los demócratas habían abierto una investigación a Trump para llevar a cabo el primer impeachment contra él. Para intentar desarmar a sus rivales, Trump había presionado a Zelenski para que investigara una posible trama de tráfico de influencias relacionada con el hijo de Biden. 

Estados Unidos es el principal aliado con el que cuenta Ucrania para poder mantener el frente desde que Rusia invadió el país en febrero de 2022, por lo que el resultado de este 5 de noviembre no solo determinará el futuro de los norteamericanos, sino también el de los ucranianos. Zelenski es consciente de ello y es por eso que propuso reunirse tanto al presidente Joe Biden y la candidata demócrata Kamala Harris, como a Trump. Aunque el expresidente no aceptó la invitación hasta última hora del jueves, justo después de que Zelenski se hubiera visto con Harris. 

Igual que hizo este jueves con Biden y con Harris, el líder ucraniano ha presentado a Trump su “plan de la victoria para Ucrania”. El objetivo de este plan, sobre el cual no se conocen más detalles, sería el de reforzar la posición de Kiev ante una hipotética negociación con Moscú para poner fin a la guerra. A grandes rasgos, se cree que el “plan de la victoria” incluirá solicitudes para mejorar las garantías de seguridad occidentales del país invadido, aumentar la ayuda militar y asegurar más apoyo económico.

A pesar de que Trump ha dicho que si gana trabajará desde el día 1 para solucionar el conflicto, Zelenski está trabajando para poder asegurar todo el apoyo económico y militar por parte de Estados Unidos. El expresidente fue el que instigó al sector más radical de los republicanos a que mantuvieran bloqueada durante meses la ayuda de 61.000 dólares para Ucrania. Esta no se desbloqueó hasta que Israel atacó Irán el pasado mes de abril, ya que en el paquete de ayuda exterior también había una partida para Tel Aviv. 

Biden prometió a Zelenski que aceleraría la ayuda para Ucrania antes de agotar su mandato.“He ordenado al Pentágono que asigne todos los fondos restantes de asistencia en seguridad que han sido destinados a Ucrania, antes del final de mi mandato”, ha dijo Biden durante la reunión con Zelenski en el Despacho Oval.

Aun así, el mandatario ucraniano no consiguió resolver su principal petición: la de poder usar los mísiles occidentales de largo alcance para atacar dentro de Rusia. Estados Unidos dio luz verde a que usará la artillería occidental para atacar el territorio ruso más próximo a la frontera, pero para las tropas ucranianas sería un gran avance conseguir penetrar aún más dentro de Rusia. El presidente ruso Vladímir Putin, ya ha avisado a la OTAN que si eso pasa escalará el conflicto. Por el momento, Biden sigue mostrando reticencias a levantar la restricción.