Los intentos de mediación y las llamadas al alto el fuego de la comunidad internacional no han surtido efecto. Los ministros de Exteriores europeos analizarán posibles acciones
El asesinato del líder de Hizbulá deja a Irán entre la espada y la pared y a EEUU, humillado
La escalada de la violencia en Líbano y la amenaza de una “guerra total” en Oriente Medio se ha convertido en la principal preocupación de la comunidad internacional, cuyos llamamientos a un alto el fuego durante la Asamblea General de la ONU la pasada semana no han tenido ningún efecto.
Fuentes comunitarias han informado del encuentro, que se celebrará a través de videoconferencia este lunes. Al tratarse de una reunión informal no se pueden tomar decisiones concretas, pero la intención es orientar la respuesta de la UE ante el recrudecimiento del conflicto en Oriente Medio.
Cientos de personas han muerto en los últimos días como consecuencia de los bombardeos de Israel en Líbano y decenas de miles se han visto obligadas a huir ante el incremento de la violencia. En esos ataques, Israel ha matado al líder de Hizbulá y buena parte de su cúpula. No obstante, los bombardeos han proseguido en las últimas horas. Ese asesinato, de hecho, ha dejado a la región al borde del abismo y tiene implicaciones para Irán y EEUU.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha asegurado que en los próximos días hablará con Benjamín Netanyahu para intentar reconducir la situación y evitar una guerra total. A pesar de los llamamientos, la masacre en Gaza que Israel está perpetrando ya desde hace casi un año tras los atentados de Hamás continúa y la cifra de muertos supera ya los 44.000, y el conflicto se ha extendido a Líbano y también hay enfrentamientos de Israel con los hutíes en Yemen.
La respuesta de la UE ante la matanza en Gaza ha sido tibia por las diferencias dentro del club comunitario y los equilibrismos de muchos países hacia Israel. España e Irlanda apuntaron a la revisión del acuerdo comercial por la vulneración de los derechos humanos en Palestina, pero el asunto está en punto muerto. El mayor paso que dieron los 27 fue sancionar a los colonos extremistas de Cisjordania, una vez que ya lo había hecho Washington.
El último intento de Borrell fue incluir en el régimen de sanciones a los ministros israelíes que, a su juicio, habían alentado los crímenes de guerra, pero se topó con el rechazo de la mayoría de socios europeos. La reunión de este lunes servirá para abordar este tipo de cuestiones.