Decenas de tibetanos exiliados en la India, país que acoge al Gobierno tibetano en el exterior, protestaron este martes frente a la embajada de China en Nueva Delhi con motivo del 70 aniversario de la fundación de la República Popular, y contra la ocupación china del Tíbet.
"Nosotros protestamos contra las políticas agresivas y opresivas" que mantiene China dentro del Tíbet "en los últimos 50 años", explicó a Efe Tenzin Jigme, el secretario general del Congreso Juvenil Tibetano (TYC), la ONG convocante.
Según Jigme, la Policía de la capital india impidió que los manifestantes se acercaran a la legación diplomática del gigante asiático y "detuvo" a todos los asistentes.
En un comunicado, el TYC condenó "fuertemente" las celebraciones que el Gobierno chino lleva a cabo este martes por el 70 aniversario de la fundación de la República Popular y añadió que han sido "70 años de violencia, mentiras y opresión contra los pueblos del Tíbet" y toda China.
La ONG denunció además que el Ejecutivo chino busca "transformar al Tíbet en una colonia" mediante la "transferencia" de millones de migrantes chinos a la región himalaya para convertir a los tibetanos en una "minoría".
Jigme pidió que los organismos internacionales "se pongan de pie con la verdad, con justicia", y que "hablen sobre los problemas de derechos humanos dentro del Tíbet" y "sobre los problemas ambientales críticos" debidos "a las políticas chinas".
La Administración Central del Tíbet en el exilio añadió en un comunicado este martes que la "conquista militar china" fue seguida de "décadas de sangrienta muerte y destrucción", en las que "más de 1,2 millones de tibetanos han perecido" y casi "6.000 monasterios fueron saqueados y destruidos".
En la nota se asegura que la política china ha supuesto un "ataque generalizado" a todo lo relacionado con la "identidad nacional tibetana".
Para China, el Tíbet es desde hace siglos parte inseparable de su territorio y considera su ocupación militar en 1951 como una "liberación" de la "teocracia".
La India acoge a más de 130.000 refugiados tibetanos, según datos de las autoridades en el exilio, además de al dalái lama quien se exilió en 1959 tras una dura represión a un levantamiento popular en Lhasa, la capital tibetana.
Desde entonces, el líder espiritual tibetano continuó la lucha por la libertad de su pueblo siempre "oponiéndose sistemáticamente a la violencia", motivo por el cual se le concedió el Nobel de la Paz en 1989.