El Ejército israelí impuso un cerco sobre el norte de la Franja a principios de octubre, alegando que el grupo islamista Hamás se estaba reorganizando. Durante el pasado mes, ha impedido la llegada de casi todos los bienes de primera necesidad, las ambulancias y equipos médicos
Entre 75.000 y 95.000 personas permanecen en el norte de Gaza, bajo asedio de las tropas y tanques israelíes, y bajo los bombardeos de la aviación, que han castigado especialmente las localidades de Yabalia y Beit Lahia desde hace un mes.
El Gobierno de la Franja ha denunciado el “crimen de limpieza étnica y genocidio” que está cometiendo Israel especialmente en el norte de Gaza, donde la población ha sido forzada a abandonar sus hogares varias veces en este mes y también a abandonar la zona después de que el Ejército emitiera órdenes de evacuación. Solo en Yabalia y su campo de refugiados (el más grande del enclave palestino), en torno a 70.000 personas se han visto obligadas a desplazarse dentro del área asediada o un poco más al sur, hacia la Ciudad de Gaza, tal y como ha explicado a la Agencia EFE Juliette Touma, directora de comunicación de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
Muchas de las víctimas han muerto por los ataques aéreos y de artillería de Israel, así como por la falta de tratamiento médico adecuado en el norte de Gaza, donde escasean los suministros y el personal médicos, y de los tres hospitales que hay, uno ha quedado fuera de servicio y los otros dos están afectados por la ofensiva israelí. Tanto el Hospital Kamal Adwan como el Hospital Al Awda han alertado de que no pueden atender a todos los heridos y enfermos, y la semana pasada decenas de pacientes y médicos fueron detenidos en el primer centro hospitalario después de días de cerco militar sobre el mismo.
Los equipos de emergencia de la Defensa Civil en Gaza, encargados de rescatar a las personas de debajo de los escombros, y las ambulancias llevan muchos días sin poder acceder al norte a causa de los ataques israelíes. Por ello, muchos heridos no están siendo atendidos y otros permanecen bajo los edificios derrumbados, por lo que el número de víctimas real podría ser muy superior a los 1.800 fallecidos. En total, desde el comienzo de la ofensiva israelí contra la Franja en octubre de 2023, más de 43.000 personas han perdido la vida y más de 100.000 han sufrido heridas en todo el enclave.