Israel no permitirá la reapertura del hospital Kamal Adwan en el norte de Gaza tras su asalto este fin de semana
Israel no da respiro a la población de Gaza mientras se dilatan las negociaciones para un alto el fuego
El Ejército israelí anunció este domingo que el hospital Kamal Adwan, uno de los principales centros médicos del norte de la Franja de Gaza, quedará clausurado por motivos de seguridad tras una operación militar en la que las fuerzas israelíes detuvieron a 240 personas.
Antes de lanzar la operación, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron que permitieron la evacuación de 350 pacientes, cuidadores y personal médico a otros hospitales en un esfuerzo coordinado por el Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT) del Ministerio de Defensa. Según la información castrense, Israel mató a 19 miembros de Hamás. Sin embargo, el Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamas, ofreció una versión diferente. Según sus cifras, el asalto dejó al menos 50 muertos, incluyendo personal médico y pacientes, y calificó la operación como un “crimen de guerra”.
Entre los arrestados se encuentra el director del hospital, el doctor Hussam Abu Safiya, a quien Israel acusa de ser un alto mando de Hamas. Según un comunicado de las Guerzas de Defensa de Israel (FDI), la operación buscaba desmantelar una supuesta infraestructura militar dentro del hospital. “Hamas utiliza instalaciones médicas para refugiarse y coordinar sus operaciones”, declaró un portavoz del Ejército.
Amnistía Internacional ha denunciado la detención del Dr. Abu Safiya y exigió su liberación inmediata. “Los hospitales y el personal sanitario no son objetivos. La comunidad internacional y los aliados de Israel deben actuar para poner fin al genocidio israelí contra los palestinos de Gaza”, declaró la organización en un comunicado.
“Durante meses, el Doctor Abu Safiya ha sido la voz del diezmado sector sanitario de Gaza, pidiendo la protección de su hospital y trabajando en condiciones inhumanas, incluso tras el asesinato de su hijo”, añade la ONG.
La cadena CNN ha publicado este lunes que el director del centro médico está retenido en la infame prisión de Sde Teiman, conocida como el “Guantánamo israelí”.
“Nuestro padre está sufriendo bajo custodia israelí. Todos habéis escuchado de testigos que han sido liberados recientemente cómo se obligó a nuestro padre a quitarse la ropa, incluida su bata médica, y fue golpeado duramente y utilizado como escudo humano”, dijeron las familiares de Abu Safiya en un comunicado.
Abu Safiya se había convertido en una de las caras más visibles del duro asedio que sufre el norte de la Franja desde hace más de dos meses, y en las últimas semanas publicaba vídeos casi diarios sobre la situación en el Kamal Adwan, que seguía tratando pacientes pese a los constantes ataques israelíes.
La operación en el Kamal Adwan ha intensificado el debate sobre el uso de instalaciones civiles en conflictos armados. Mientras Israel insiste en que Hamas se escuda en hospitales y escuelas, organizaciones internacionales han condenado los ataques a infraestructuras médicas.
Con más de la mitad de los hospitales de la Franja fuera de servicio, la clausura del Kamal Adwan supone un nuevo golpe para un sistema de salud al borde del colapso.
Israel, sin embargo, sostiene que sus operaciones son necesarias para garantizar la seguridad de sus ciudadanos y debilitar a Hamas. En un comunicado emitido tras la operación, el Ejército reafirmó su compromiso de continuar con acciones similares hasta “eliminar las capacidades operativas” del grupo islamista. Mientras tanto, las necesidades de la población civil siguen siendo ignoradas en el discurso político y militar.
Según las FDI, algunos de los terroristas “se hicieron pasar por personal médico y pacientes, y algunos intentaron marcharse en camillas y ambulancias. De un primer grupo de 21 pacientes que salieron del hospital, el ejército dijo que 13 resultaron ser sospechosos de ser terroristas”, recoge el periodico Times of Israel.
Según el ejército israelí, los militantes de Hamás habían utilizado el hospital como escondite después de que su espacio operativo en Jabaliya se redujera significativamente y afirmó haber interrogado a unas 950 personas cerca del hospital, e identificado a unas 240 como “terroristas”, algunas de las cuales participaron en la masacre del 7 de octubre en el sur de Israel, informa Haartez. El ejército dijo que se incautaron muy pocas armas dentro del hospital, “pero muchas fueron encontradas en los apartamentos que lo rodean”.