Este lunes se conmemora el 80º aniversario de la liberación del que fue el mayor campo de concentración y exterminio nazi en un acto en el que participan más de medio centenar de delegaciones extranjeras
Liliana Segre, senadora italiana y superviviente de Auschwitz: “Si la memoria se evapora, el mundo estará condenado”
Dicen que no es fácil regresar a Auschwitz, pero allí están. Un grupo de supervivientes han regresado este lunes al campo de concentración y de exterminio nazi para conmemorar, junto a varios líderes mundiales, el 80º aniversario de la liberación de esta infraestructura criminal en el que se calcula que fueron asesinadas al menos 1,1 millones de personas, la mayoría judías.
Al comienzo del acto, que tiene lugar bajo una enorme carpa blanca situada frente a la entrada, el primero en tomar la palabra ha sido el historiador Marian Turski, de 98 años, que fue deportado a Auschwitz en 1944. Ante unos 2.500 invitados que guardaban un escrupuloso silencio, Turski ha recordado que “de los que vivieron para ver la libertad”, ahora “solo queda un puñado” de personas y que sus “pensamientos” deben ir hacia las víctimas “que nunca nos contarán lo que vivieron o sintieron, solo porque fueron consumidas por esa destrucción masiva”.
“Opongámonos a las teorías de conspiración que dicen que todo el mal de este mundo deriva de un complot de algunos grupos sociales, mencionando a menudo a los judíos”, ha afirmado Turski en un discurso en el que también ha alertado de un “auge del antisemitismo” en todo el mundo y ha señalado a Hamás por, dice, “intentar negar la masacre” del 7 de octubre de 2023. “No tengamos miedo de convencernos a nosotros mismos de que podemos resolver los problemas entre vecinos”, ha agregado, indicando que también “hay experiencias positivas cuando ambas partes llegan a la conclusión de que no tienen otra manera de garantizar una vida pacífica y segura” que “llegar a un compromiso”. “Todo el odio, los discursos de odio que llevan a los conflictos armados entre pueblos vecinos y grupos étnicos siempre han acabado en baños de sangre”, ha sentenciado.
La siguiente oradora, Janina Iwańska, ha contado la evolución del campo y la maquinaria de exterminio. “Los inviernos aquí eran realmente trágicos, mucha pobreza, mucho trabajo duro, poca comida... Si algo te desagradaba, te mataban”, ha dicho la superviviente. “Cuando empezó a funcionar la máquina de matar, aquí lo único que hacían era matar gente”.
Como recordatorio del sufrimiento y ausencia de las víctimas de Auschwitz-Birkenau, uno de los símbolos de la conmemoración es uno de los vagones de mercancías que se utilizaban para transportar a los presos en unas condiciones inhumanas que eran solo el preludio de un sufrimiento mayor y está situado delante de la puerta. Para muchas de las personas que llegaron a Auschwitz, el viaje en estos vagones fue el último de sus vidas, pues al llegar al campo eran seleccionados para desempeñar trabajos forzados hasta la muerte o para ser llevados directamente a las cámaras de gas.
El 27 de enero de 1945, las tropas soviéticas liberaron el campo y rescataron a unos 7.000 supervivientes que habían sido testigos de cómo los responsables del campo habían intentado destruir todas las pruebas de sus crímenes antes de huir. El Museo de Auschwitz-Birkenau conmemora este lunes la destacada fecha con un acto en el que participan delegaciones encabezadas por jefes de Estado, de gobierno, ministros y otras autoridades entre las que figuran los reyes de España, Felipe VI y Letizia.
En el 80º aniversario, los responsables del museo, encargado de preservar la memoria del Holocausto y las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial, han querido dar protagonismo a los 50 supervivientes del campo de exterminio. Solo tomará la palabra un político, el presidente polaco Andrzej Duda. La organización ha decidido que, por primera vez desde que se celebran los aniversarios de la liberación, no haya discursos de líderes políticos y las palabras que se escuchen sean las de los supervivientes, personas cuyos testimonios son cada vez más escasos debido al paso del tiempo.
Representación de más de 50 paísesMás de medio centenar de países y organizaciones internacionales han acudido a los actos conmemorativos. Además de los reyes de España, han confirmado su asistencia los monarcas del Reino Unido, Bélgica, Países Bajos, Dinamarca, Noruega y Suecia. Entre los presentes también están el presidente francés Emmanuel Macron y el canciller alemán Olaf Scholz, junto a otros jefes de Estado y de Gobierno europeos.
Desde Estados Unidos, el presidente Donald Trump ha encargado la responsabilidad de representar a su país a Steve Witkoff, enviado de su administración para Oriente Medio, y a Howard Lutnick, secretario de Comercio. Además, están presentes los altos representantes de la Comisión Europea, el Parlamento Europeo, el Consejo Europeo, el Consejo de Europa, la OTAN, las Naciones Unidas, la UNESCO y la Soberana Orden de Malta.
La conmemoración se ha visto envuelta en polémica debido a las especulaciones sobre la posible asistencia del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. La Corte Penal Internacional emitió el año pasado una orden de arresto contra Netanyahu por crímenes de guerra y lesa humanidad en Gaza, pero el primer ministro polaco, el conservador Donald Tusk, confirmó que cualquier político israelí podrá asistir a la ceremonia sin temor a ser arrestado. El Gobierno israelí anunció que estará representado por su ministro de Educación, Yoav Kisch.
No se ha invitado a ninguna delegación de Rusia, debido a la invasión de Ucrania lanzada por Vladímir Putin hace casi tres años. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, sí ha viajado a Polonia para asistir a la ceremonia de conmemoración de la liberación del campo por el Ejército soviético.
Flores y velasAntes de la ceremonia, por la mañana, un grupo de supervivientes depositó este lunes coronas de flores y encendió velas frente al emblemático “muro de la muerte”, en memoria de las víctimas, en el primero de los actos de conmemoración. Este emotivo acto se llevó a cabo junto al infame “bloque 11”, que albergó celdas de castigo, y a solo unos pasos de donde se encontraba el muro que sirvió como paredón para miles de fusilamientos y que fue reconstruido tras ser demolido en 1944.
Algunos de los aproximadamente 50 supervivientes, emocionados y en algunos casos acompañados por sus familiares, portaban los brazaletes con la estrella de David y pañuelos con las características rayas blancas y azules que distinguían a los uniformes de los prisioneros, y no pudieron contener su emoción al apoyar sus manos en las piedras del muro.
Tras los supervivientes, el presidente polaco, Andrzej Duda, depositó una ofrenda y rindieron un solemne homenaje a las víctimas y personas que sobrevivieron.
Supervivientes del campo de concentración y de exterminio nazi de Auschwitz y sus familiares encienden velas frente al emblemático "muro de la muerte".Cada 27 de enero se conmemora la liberación de este campo de concentración y de exterminio, que tuvo lugar en 1945 por parte del Ejército soviético. Las Naciones Unidas designaron en 2005 esa fecha como Día Internacional en Memoria del Holocausto.
El campo nazi de Auschwitz-Birkenau, el mayor de los construidos por Alemania en la Segunda Guerra Mundial, fue establecido en 1940, inicialmente como campo de prisioneros polacos, pero muy pronto se amplió hasta convertirse en un complejo de instalaciones dedicado a exterminar seres humanos de manera sistemática y a escala industrial.
Hasta que los soldados del Ejército Rojo liberaron a los 7.000 prisioneros que permanecían en el campo, los nazis asesinaron allí a aproximadamente 1,1 millones de personas, en su mayoría judías, pero también gitanas, resistentes polacos, prisioneros de guerra soviéticos y personas de otras nacionalidades.
Con información de EFE.