La actriz mexicana Yalitza Aparicio asumió este viernes su cargo como embajadora de buena voluntad de la Unesco con el objetivo de luchar en favor de la integración y de los derechos de los pueblos indígenas en todo el mundo.
El mandato de Aparicio, primera mujer indígena en haber sido nominada a los Oscar como mejor actriz por su interpretación en "Roma", de Alfonso Cuarón, durará dos años.
"Estoy muy contenta de este nombramiento. Espero poder apoyar a las comunidades de pueblos autóctonos, de las que yo me siento tan orgullosa", agradeció en la ceremonia, que se celebró en la sede de la Unesco en París.
Aparicio declaró sentirse muy comprometida con los derechos las comunidades indígenas: "Queremos favorecer los pensamientos positivos de estos pueblos, que sientan que no es malo su origen".
La actriz, nacida en 1993 en el estado mexicano de Oaxaca, explicó que en su casa no le transmitieron la lengua de sus orígenes, el mixteco, para evitar que fuera discriminada.
Por ello impulsará medidas que ayuden a que los padres enseñen a sus hijos sus respectivas lenguas para que estas no se pierdan.
"Muchas están en peligro de desaparición. Una lengua no es solo un medio para expresarse, es también una forma de ver el mundo", añadió la directora general de la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Audrey Azoulay.
La igualdad de género es otro eje del mandato de Aparicio como embajadora.
La actriz y maestra contó que en una entrevista en Londres le preguntaron si era feminista y dijo que no: "Pensaba que significaba que la mujer está por encima del hombre, y yo no quiero eso. Ahora sé que significa luchar por la igualdad de derechos entre ambos géneros y puedo considerarme feminista", dijo.
En su defensa de los pueblos indígenas, velará igualmente por la salvaguardia de su patrimonio cultural, la integración de sus conocimientos en la gestión del medio ambiente o la adaptación a la crisis climática.
"Mis abuelos me decían que hay que cuidar la tierra porque comes de ella", subrayó Aparicio, destacando que "tenemos mucho que aprender" de los valores indígenas.
Su nombramiento es el primero designado por Azoulay desde que asumió la dirección de la Unesco en 2017 y aseguró que la elección le hace especialmente feliz: "Es una mujer que lucha por la diversidad y la igualdad y que protege a las comunidades indígenas, pueblos del pasado, pero también del futuro".
"Ahora solo queda ponerse manos a la obra y trabajar", concluyó la actriz.