La vicepresidenta de Filipinas, Sara Duterte, fue recibida por representantes del Ministerio de Exteriores neerlandés a su llegada este jueves a Países Bajos para tratar de reunirse con su padre, el expresidente Rodrigo Duterte, detenido tras ser acusado por crímenes contra la humanidad por la Corte Penal Internacional (CPI).

“A su llega (a Ámsterdam), la vicepresidenta Duterte fue recibida con asistencia del Ministerio de Exteriores neerlandés y la Policía Nacional”, dijo la oficina de Sara Duterte en un comunicado. Según la nota, la vicepresidenta tiene previsto mantener “varias reuniones” en Países Bajos mientras espera poder reunirse con su padre.

El expresidente ingresó ayer en el centro de detención de la CPI en La Haya tras ser detenido en Filipinas el martes, después de que el tribunal emitiera una orden de arresto acusándole de crímenes contra la humanidad.

La Corte lo acusa de crímenes contra la humanidad relacionados con la guerra contra las drogas entre 2011 y 2019. Según la Policía filipina, en los cinco años de mandato de Duterte como presidente, alrededor de 6.000 personas murieron en operativos antidroga y operaciones extrajudiciales, unas estimaciones que ONG locales elevan a más de 30.000 fallecidos.

Por temor a rendir cuentas ante la CPI, Duterte retiró en marzo de 2019 a Filipinas del Estatuto de Roma, el tratado fundacional del tribunal, pero la corte estimó que esa decisión no afecta a su jurisdicción sobre crímenes cometidos antes de esa fecha.

La vicepresidenta ha denunciado que su padre fue llevado “a la fuerza” a La Haya en un intento del Gobierno de debilitar a su clan familiar antes de unas elecciones a mitad de mandato que tendrán lugar el 12 de mayo. El presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., hijo del fallecido dictador filipino, afirmó sin embargo haberse limitado a cumplir con las obligaciones del país asiático ante Interpol.

El actual presidente y la hija del exmandatario forjaron una exitosa alianza de cara a las elecciones presidenciales de 2022, pero su relación se deterioró rápidamente y Sara Duterte se enfrenta ahora a un juicio político ante el Senado por corrupción. 

Rodrigo Duterte ha enviado un mensaje a sus seguidores justo antes de aterrizar detenido en Países Bajos. “A mis compatriotas”, dijo Duterte, cuyo avión aterrizó ayer por la tarde en el aeropuerto neerlandés, “estoy bien, no se preocupen”. “Por todo lo sucedido en el pasado, soy yo quien se puso al frente de nuestras fuerzas del orden y del Ejército. Les dije que les protegería y que asumiría la responsabilidad de todo”, concluyó el exmandatario.

El expresidente no ha pedido perdón y defiende sus políticas. “Mi mandato como presidente de la república era proteger al país y a los filipinos. No cuestionéis mis políticas porque no ofrezco ni perdón ni excusas, hice lo que tenía que hacer”, dijo Duterte el pasado noviembre ante el Senado filipino, al ser cuestionado sobre los asesinatos extrajudiciales.