El Gobierno de Ecuador ha anunciado que la producción petrolera del país se reducirá en casi un tercio por a la paralización del bombeo en tres bloques petroleros por las "condiciones de inseguridad presentes en la zona" debido a las protestas contra el presidente Lenín Moreno, según ha informado este martes el Ministerio de Energía y Recursos Naturales No Renovables del país andino.
Las protestas contra Moreno arrancaron el pasado jueves contra la retirada del subsidio al combustible, que forma parte del conocido ya como "paquetazo", el plan de ajuste exigido por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Este lunes, la petrolera estatal ecuatoriana, Petroamazonas, suspendió las operaciones de varios campos petroleros en las provicinas de Orellana y Sucumbíos debido que grupos de personas ajenas a la empresa habían ocupado las instalaciones.
En caso de que las protestas prosigan y la producción de crudo siga paralizada en esos bloques, el Ministerio ha informado de que la caída en el bombeo podría alcanzar los 165.000 barriles de petróleo por día. Actualmente, Ecuador produce cerca de medio millón de barriles de crudo por jornada.
En concreto, en el bloque de Sacha se han suspendido las operaciones en las estaciones de tres campos que acumulan una producción diaria de 72.500 barriles. De su lado, en el bloque de Sucumbíos, el Ejecutivo ha paralizado la extracción en siente campos, con una producción total de 13.300 barriles de crudo. Por último, en el bloque de Orellana se han visto afectados seis campos petrolíferos diferentes, con un volumen de producción conjunto de 79.500 barriles por jornada.
El Ministerio ha subrayado que rechaza "todo tipo de acciones que atenten contra la normal operación de las infraestructuras hidrocarburíferas a escala nacional, consideradas estratégicas ya que generan recursos diarios en beneficio del país".
En estos días, una persona ha muerto, decenas han resultado heridas, entre ellas una grave, y más de 500 han sido detenidas, a causa de los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
Moreno ha declarado el estado de excepción, que en un principio estaba pensado para 60 días, si bien el Tribunal Constitucional lo ha reducido a 30, ha trasladado el Gobierno de Quito a Guayaquil y ha suspendido las clases en todo el país.
Ecuador ha amanecido este martes preparado para nuevas protestas. Instituciones como la Fiscalía o la Procuraduría han enviado a sus trabajadores a casa, mientras que las autoridades municipales de Quito, Guayaquil o Pichincha han suspendido todos los actos públicos. El Palacio de Carondelet, sede del Gobierno, permanece fuertemente custodiado por las Fuerzas Armadas.
En plena escalada de tensión, Moreno ha ofrecido diálogo pero asegura que no anulará el decreto ejecutivo que elimina el subsidio a las gasolina y al diésel, y ha pedido la mediación de la ONU para favorecer "el retorno a la paz social y entendimientos dentro del país".