La operación "Fuente de Paz" lanzada el miércoles por Turquía en territorio sirio contra las milicias kurdas, ha dejado hoy los primeros muertos a ambos lados de la frontera, que Ankara afirma que quiere limpiar de "terroristas".
El presidente turco, el islamista Recep Tayyip Erdogan, aseguró que al menos 109 guerrilleros de las milicias kurdosirias YPG han sido abatidos por las fuerzas turcas desde que comenzó la operación, primero con un duro bombardeo, y luego con la incursión terrestre, una cifra que distintas fuentes oficiales elevaron luego a 174.
Las autoridades turcas han asegurado que sus tropas han ocupado ya once localidades, dentro de su plan de penetrar 30 kilómetros en territorio sirio a lo largo de su frontera y expulsar de ella a las YPG, que Ankara considera terroristas por sus vínculos con la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), activa en Turquía.
De hecho, Erdogan aseguró hoy que Turquía está preparada para intervenir en otras zonas de Siria "cuando llegue el momento".
"Llevaremos la paz y la seguridad adonde quiera que vayamos", afirmó durante un discurso ante simpatizantes de su partido, el islamista AKP.
El Gobierno turco quiere expulsar a las milicias kurdosirias a lo largo de los 480 kilómetros de su frontera, desde el río Éufrates hasta Irak, y asentar allí a dos de los 3,6 millones de sirios que acoge actualmente Turquía.
Los planes de Erdogan han despertado críticas por el cambio demográfico que podrían causar en la zona, en la que residen actualmente unas 850.000 personas, la gran mayoría de origen kurdo.
"Los terroristas cambiaron la demografía de la zona y causaron un millón de desplazados. Ahora todos volverán a sus casas, kurdos, árabes y asirios. Lo queremos hacer con el apoyo de la comunidad internacional", aseguró Erdogan.
La invasión turca ha sido respondida desde suelo sirio con el lanzamiento de obuses y cohetes que los medios turcos atribuyen a las YPG.
Según la agencia turca Anadolu, esos bombardeos han causado la muerte de seis civiles y heridas a otros 70 en varias ciudades fronterizas en las provincias turcas de Sanliurfa y Mardin.
En Akçakale, los proyectiles impactaron en una escuela, que estaba hoy cerrada, en la oficina del gobernador y en las dependencias de las fuerzas de seguridad.
Las autoridades han pedido a los vecinos que se refugien en sus casas y se aparten de la cercana frontera con Siria, y los colegios en la mayoría de las ciudades cerca de la frontera han suspendido las clases.
El Gobierno turco asegura en que esos ataques muestran que Turquía es objetivo de un grupo terrorista.
Turquía insiste en que su ofensiva, que ha sido criticada por la Unión Europea, Estados Unidos, Irán, Egipto o Arabia Saudí, cumple la legislación internacional e incluso resoluciones de Naciones Unidas sobre Siria, argumentando que su objetivo es también el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Sin embargo, son precisamente las YPG las fuerzas que más duramente han luchado contra los yihadistas, con el apoyo económico y material de Estados Unidos.
El propio Erdogan aseguró hoy que no permitirá que el EI recupere terreno, la principal preocupación de la comunidad internacional en relación con la ofensiva turca.
El Gobierno turco también ha dicho que no tiene aspiraciones territoriales sobre Siria, y que lo que pretende es evitar que se cree un pasillo terrorista en su frontera.
Turquía no está dispuesta a aceptar la creación de una entidad autónoma kurda en su frontera, y ya en 2018 realizó una ofensiva contra la milicia en el enclave kurdo de Afrín, en el extremo noroeste de Siria.
También en esa ocasión Turquía argumentó que la operación buscaba también acabar con el EI, si bien no consta la presencia de yihadistas en el territorio controlado por los kurdos
La mayoría de los principales diarios y emisoras del país, fieles a las consignas del Gobierno, también califican a las YPG de organización terrorista y defienden abiertamente la operación "Fuente de Paz".
Las autoridades turcas anunciaron hoy que al menos 21 personas han sido detenidas y varias docenas están siendo investigadas por criticar la operación en redes sociales.
Otras 24 personas han sido detenidas, la mayoría miembros del izquierdista y prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP), por manifestarse contra la ofensiva.
En lo político, Erdogan respondió hoy a las críticas de la Unión Europea, que ha pedido que detenga la operación la operación, y amenazó de nuevo con permitir una nueva oleada de refugiados hacia Occidente.
"Unión Europa, recupera el juicio. Si defines nuestra operación como una invasión, nuestro trabajo es fácil. Abrimos las puertas y te enviamos 3,6 millones de refugiados", aseguró Erdogan.
Ilya U. Topper