La Casa Blanca ha confirmado este jueves que retuvo un paquete de ayuda a Ucrania en parte porque quería que investigara una supuesta corrupción de los demócratas en las elecciones de 2016, aunque poco después dio marcha atrás y desmintió esa declaración. "¿Me mencionó (Trump) la corrupción relacionada con el servidor (de correo electrónico) del DNC (Comité Nacional demócrata, secretariado del partido)? Absolutamente. No hay duda de ello. Y por eso retuvimos el dinero" que iba a parar a Ucrania, han sido las palabras de Mick Mulvaney, el jefe de gabinete del presidente Donald Trump, en una rueda de prensa.
"La revisión de lo que pasó en 2016 fue ciertamente parte de lo que le preocupaba (a Trump) en relación con la corrupción en ese país (Ucrania). Y eso es absolutamente apropiado", ha añadido. Mulvaney se refería a la sospecha del presidente de que un servidor del DNC pirateado por agentes de inteligencia rusos y que supuestamente contenía correos electrónicos de la que fuera su rival en las elecciones de 2016, Hillary Clinton, se encontraba en Ucrania, sobre lo que no hay pruebas.
Las palabras de Mulvaney han supuesto la primera admisión oficial de que Trump quería conseguir algo relacionado con la política electoral de Estados Unidos cuando retuvo los casi 400 millones de dólares en ayuda a Ucrania, algo que forma parte de la investigación para un juicio político contra el presidente.
La investigación demócrata previa a un posible juicio político se ha centrado hasta ahora en la posibilidad de que Trump pusiera otra condición para entregar la ayuda: una exigencia de que las autoridades ucranianas indagaran sobre la presunta corrupción en Ucrania del exvicepresidente de EE.UU. Joe Biden y su hijo Hunter.
Trump ha reconocido que presionó al presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, para que investigara a Biden y a su hijo, pero ha rechazado haber retenido la ayuda económica para conseguirlo. "El dinero que retuvimos no tuvo absolutamente nada que ver con Biden", ha insistido este jueves Mulvaney.
Tras el revuelo causado por sus palabras, Mulvaney se desdijo en un comunicado y echó la culpa a la prensa: "De nuevo, los medios de comunicación han decidido malinterpretar mis comentarios para promover una caza de brujas parcial y política contra el presidente Trump".
"Déjeme ser claro, no hubo en absoluto ningún quid pro quo (expresión latina que significa algo que se recibe como compensación por la cesión de otra cosa) entre la asistencia militar ucraniana y ninguna investigación sobre la elección de 2016", indicó.
"El presidente nunca me dijo que retuviéramos ningún dinero hasta que los ucranianos hicieran algo relacionado con el servidor. Las únicas razones por la que retuvimos el dinero fue por la preocupación ante la falta de apoyo a otras naciones y las inquietudes sobre corrupción", sostuvo.
Renuncia el secretario de EnergíaEl secretario de Energía, Rick Perry, ha comunicado este jueves al presidente estadounidense, Donald Trump, que abandonará pronto su cargo, en un momento de creciente polémica sobre su papel en las presiones de la Casa Blanca a Ucrania para que investigara al exvicepresidente Joseph Biden. La dimisión no tiene un efecto inmediato y no está claro cuándo abandonará el cargo.
Perry, uno de los pocos miembros del gabinete original de Trump que siguen con él, llevaba tiempo pensando en dejar el puesto, incluso desde antes de que estallara la controversia relacionada con Ucrania, que han motivado la apertura por parte de los demócratas de una investigación previa a un posible juicio político a Trump.
Sin embargo, Perry ha acaparado titulares en las últimas semanas por haber formado parte del trío encargado de la política estadounidense en Ucrania, conocido popularmente como los "tres amigos" e integrado también por el embajador de EE.UU. ante la Unión Europea (UE), Gordon Sondland, y el exenviado especial para Kiev Kurt Volker.
En una entrevista este miércoles con el diario The Wall Street Journal, Perry reconoció que estaba en contacto con el abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, en los temas relacionados con Ucrania, lo que ilustra el grado de influencia de ese letrado en la política exterior estadounidense hacia ese país.