Un total de siete internos fallecieron y otros cuatro resultaron heridos en un penal del municipio de Xochitepec, en el central estado mexicano de Morelos, después de dos días de enfrentamientos entre reos presuntamente pertenecientes a bandas criminales rivales.
El secretario de Gobierno estatal de Morelos, Pablo Ojeda Cárdenas, informó este miércoles de que entre los internos fallecidos se encuentra Raymundo Isidro "N", "El Ray" detenido en mayo pasado en el estado de Pueblo y considerado por las autoridades como el líder del Cártel Jalisco Nueva Generación en el estado.
Testimonios de internos afirmaron a los medios que los protagonistas del choque fueron reos identificados con el cártel de Los Rojos, cuyo líder Santiago Mazari está preso en un penal federal, y otro grupo adherido al Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El martes las autoridades de Seguridad Pública estatal informaron de que el origen del primer enfrentamiento, registrado alrededor de las 12.00 hora local (18.00 GMT), fue el supuesto robo de unos zapatos pero la reyerta fue controlada y los involucrados dispersados.
Sin embargo, el Gobierno informó más tarde de que una hora y media después algunos internos del dormitorio nueve ingresaron al dormitorio cuatro y atacaron a un grupo de reclusos, por lo que las autoridades penitenciarias activaron otra vez el protocolo de actuación.
De ese enfrentamiento resultaron tres heridos y uno de ellos murió al ingresar a un hospital de la ciudad de Cuernavaca, capital de Morelos, donde fue trasladado.
La tarde del martes el Gobierno de Morelos aseguró que tenía el control del centro penitenciario pero por la mañana del miércoles nuevamente se activaron los protocolos de emergencia debido a que los grupos contrarios reactivaron los enfrentamientos con un saldo de seis fallecidos y dos lesionados.
En medio de la reyerta cuatro guardias fueron sometidos por un grupo de internos y los tomaron como rehenes para exigir la liberación de 10 de sus compañeros retenidos.
En ese momento se activaron los protocolos nacionales de actuación de seguridad penitenciaria para su liberación inmediata, informó Ojeda Cárdenas en conferencia de prensa.
Ojeda negó en todo momento catalogar a la riña como motín o una acción de grupos de "autogobierno", es decir, internos que tienen el mando en el interior del penal.
Al penal ingresaron unos 350 miembros de las fuerzas de seguridad, que retomaron el control pleno y total a las 12.11 hora local (18.11 GMT) de este día, dijo Pablo Ojeda, si bien desde el interior del centro penitenciario algunos internos se comunicaron con reporteros y afirmaron que el penal continuaba bajo su control.
Por la mañana, familiares de los internos se apostaron en las puertas principales del centro penitenciario para exigir información sobre sus internos y no fue hasta las 15.00 hora local (21.00 GMT) cuando la situación se dio por controlada y tuvieron acceso al penal.
El fiscal general del Estado, Uriel Carmona Gándara, afirmó de acuerdo con datos preliminares que los internos fueron asesinados con armas punzocortantes y descartó conocer la existencia de un hombre decapitado, cuyas fotos circularon en redes sociales.
En 2018 la Comisión Nacional de los Derechos Humanos informó en su Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria que en este penal había actividades ilícitas, extorsión y sobornos, así como condiciones de autogobierno o coogobierno.