Cuba confió este martes en continuar la senda de progreso en las relaciones bilaterales con la Unión Europea (UE) con la llegada del actual ministro español de Exteriores, Josep Borrell, al cargo de alto representante comunitario para las Relaciones Exteriores y vicepresidente de la Comisión Europea.
"Esperamos seguir manteniendo un diálogo constructivo sobre la base del acuerdo de diálogo político y cooperación", el primer acuerdo bilateral entre la UE y Cuba que se aplica desde hace dos años, sobre los principios del "respeto" y la "no injerencia", indicó la embajadora cubana en Bruselas, Norma Goicochea, en un encuentro con periodistas.
"Y seguir construyendo pese a que haya elementos en los que tengamos diferencias", apuntó.
El próximo 1 de diciembre Borrell tomará el relevo al frente del servicio diplomático de la UE de la italiana Federica Mogherini, quien durante su mandato logró revocar la unilateral y restrictiva posición común de la Unión hacia Cuba y desarrollar el actual acuerdo que sirve de marco para sus relaciones.
Goicochea afirmó que el objetivo es "seguir avanzando" en este camino que "refleja una voluntad" por parte de la Unión Europea que "no tiene nada que ver con lo que hace Estados Unidos".
"Cuando EEUU ha cerrado vías de diálogo, la UE las ha abierto", aseguró la embajadora, al tiempo que consideró que la Unión Europea está "acompañando" al país mediante su cooperación en diversos ámbitos.
La embajadora detalló, días antes de que la Asamblea General de la ONU vuelva a pronunciarse sobre la resolución que Cuba presenta cada año para condenar el embargo impuesto por Washington a la isla, que el acoso económico estadounidense se ha recrudecido desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Y, en especial, en los últimos meses por las repercusiones extraterritoriales de las sanciones estadounidenses.
La activación del título III de la ley Helms-Burton de 1996 por parte del Gobierno de Trump en mayo ha permitido presentar demandas ante cortes estadounidenses por el uso de terrenos y propiedades nacionalizadas en Cuba tras la revolución de 1959.
Se suma además a otras acciones de EEUU que prohíben los viajes de cruceros estadounidenses, disposiciones que han sido consideradas por la UE como "extraterritoriales" y "unilaterales".
"Trump intenta imponer la política del garrote", lamentó Goicochea, quien confirmó que, al término de octubre, ya se habían registrado 20 demandas por el artículo III.
Según dijo, los sectores más afectados por esa disposición son la industria, el turismo o las iniciativas privadas.
A la Unión Europea le pidió "medidas especiales que protejan al empresariado" europeo que invierte en la Isla.
La UE ya adelantó su intención de aplicar el "estatuto de bloqueo", que prohíbe la aplicación en territorio comunitario de las sentencias en EEUU sobre el título III y permite a los demandados recibir indemnizaciones en tribunales europeos, y tampoco descarta una posible demanda ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El bloqueo estadounidense a Cuba causó al país caribeño entre abril de 2018 y marzo de 2019 4.343,6 millones de dólares, según indicó Goicochea, quien lamentó que "lastra las posibilidades reales de desarrollo del pueblo cubano".
Preguntada por las acusaciones de la disidencia cubana sobre que han aumentado las detenciones arbitrarias y, en concreto, por el caso del opositor José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), arrestado junto a otros tres activistas el pasado 1 de octubre tras una redada policial, la embajadora dijo que está detenido por haber cometido "torturas".
En cambio, desde el entorno de Ferrer aseguran que "le están fabricando un delito común" con una acusación por supuestas lesiones infligidas a un activista de Unpacu, que aseguran que sufrió un accidente de tráfico y acudió a un hospital.
"Nosotros no somos una panacea, ni decimos que seamos el ejemplo máximo de los derechos humanos", indicó Goicochea, quien se preguntó "qué país" del mundo lo es.
La diplomática achacó ese déficit en Cuba a la situación de bloqueo económico que vive el país y a la falta de recursos para atender a la población, y aseguró que en la isla "no hay tortura" ni se daría el caso de "la Policía dando golpes".