El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, denunció este domingo que en Bolivia se "ha consumado un golpe de Estado" contra Evo Morales, quien anunció hoy su dimisión a la Presidencia después de casi 14 años en el poder, y consideró que el "quiebre institucional es inaceptable".
En su cuenta de Twitter, Fernández señaló que el golpe de Estado ha sido producto del "accionar conjunto de civiles violentos, el personal policial autoacuartelado y la pasividad del ejército".
Morales renunció en medio de violentas protestas por supuestos fraudes en las elecciones del pasado 20 de octubre, y horas después de haber convocado otros comicios, como recomendó la Organización de Estados Americanos (OEA), que dijo haber detectado irregularidades graves en el cómputo de los resultados.
Para Fernández, que asumirá el próximo 10 de diciembre como nuevo jefe de Estado argentino tras vencer al presidente Mauricio Macri en las elecciones de octubre pasado, el "pueblo boliviano debe escoger cuanto antes, en elecciones libres e informadas, a su próximo Gobierno".
"Después de este quiebre institucional, Bolivia debe volver cuanto antes al sendero de la democracia a través del voto popular y sin proscripciones", añadió.
Fernández también repudió "la violencia desatada que impidió a Morales "concluir su mandato presidencial y alteró el curso del proceso electoral".
Para el presidente electo, "el compromiso de la Argentina con la institucionalidad y contra cualquier forma de golpe de Estado en el continente debe ser total".
En este sentido, Fernández aseguró que espera que las actuales autoridades argentinas "actúen bajo ese mismo principio preservando la integridad física de quienes puedan resultar perseguidos por el golpismo y colaboren hasta el 10 de diciembre con la recuperación de la democracia en Bolivia".