Todos los países de Europa deberían sumarse al acuerdo para el reparto de migrantes alcanzado por Italia, Malta, Francia y Alemania, afirmaron hoy el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, y la canciller alemana Angela Merkel.
"Estamos trabajando con convicción para que este acuerdo de Malta sea compartido por el mayor número posible de países e incluso por todos los Estados miembro de la Unión Europea (UE), porque ese es el objetivo final", declaró Conte en una rueda de prensa conjunta.
La canciller alemana fue recibida con honores en el romano Palacio Pamphilj para una cena de trabajo y uno de los temas sobre la mesa fue el de la inmigración que llega desde las costas norteafricanas a las italianas, y por ende europeas.
Conte hizo especial alusión al acuerdo que el 23 de septiembre firmaron en La Valetta Alemania, Francia, Italia y Malta para la reubicación automática de los inmigrantes que sean rescatados por las ONG o por naves militares en el Mediterráneo.
Merkel celebró ese pacto como "un primer paso", por limitado que sea, e invitó a otros países a sumarse a este mecanismo pues, a su parecer, los socios de la UE "no pueden abandonar" a los países que configuran su frontera externa y afrontan el flujo migratorio.
Por eso dijo estar "muy orgullosa" de que la nueva presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, haya incluido en su agenda esforzarse por una "repartición ecua" de los inmigrantes dentro del club comunitario.
Además defendió la importancia de combatir las causas de los movimientos migratorios, lo que le sirvió para reivindicar la Conferencia de Berlín del 19 de noviembre con países africanos.
La canciller apoyó la cooperación con los guardacostas de Libia, un Estado fallido donde organizaciones humanitarias denuncias malos tratos sistemáticos a los inmigrantes, algo que reconoció, y reclamó la exigencia de garantizar los derechos humanos en los centros.
"Aún hay un enorme trabajo por hacer", refirió la mandataria.
La situación en Libia, de cuyas descontroladas costas llega la mayoría de inmigrantes a Italia, es otros de los temas sobre el que Conte y Merkel debatieron y que estará muy presente en Berlín, punto intermedio entre Roma y París, con intereses en el país magrebí.
Ambos demostraron defender la misma línea, la de un inmediato alto el fuego entre las facciones que se disputan el poder desde la caída del dictador libio Muamar el Gadafi en 2011 y rechazan de plano la opción militar por "no garantizar ninguna solución sostenible", subrayó Conte.
Otro de los puntos clave de esta reunión entre las dos potencias europeas es el estado de la alianza atlántica en la OTAN, sobre todo de cara a la cumbre de Londres de diciembre y el aparente distanciamiento entre los Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump y la UE.
En este sentido Merkel y Conte apostaron por impulsar ese pacto militar, una postura que se contrapone a la reciéntemente expresada por el presidente francés Emmanuel Macron, que la considera "en muerte cerebral" por las acciones de Washington y Turquía en Siria.
"La cumbre de Londres será una oportunidad pare reanudar los hilos del diálogo transatlántico, algo de lo que percibimos una fuerte necesidad. La OTAN no debe perder su rol de plataforma política y debemos actuar unidos", reclamó el primer ministro italiano.
Asimismo instó a Turquía, miembro de esa alianza, a actuar "con responsabilidad" en el nordeste de Siria, después de la ofensiva que lanzó hace un mes para controlar esa franja fronteriza y expulsar a los kurdos y donde la violencia sigue vigente pese al alto el fuego.
Otros desafíos para Europa será concluir el proceso de salida de Reino Unido de la Unión y establecer el marco de las relaciones futuras, que Merkel espera que estén "basados en una confianza recíproca", o también la evolución de la Unión Bancaria, que pidió para "garantizar la estabilidad" del euro, la moneda única.
Pero asimismo coinciden en ampliar la UE hacia el este o los Balcanes, abriendo el proceso de adhesión de Macedonia del Norte y Albania, también por una cuestión geoestratégica: "De lo contrario el vacío será colmado por otras potencias", advirtió Merkel.
Gonzalo Sánchez