El ministro de Gobierno de Bolivia, Carlos Romero, se encuentra "a resguardo" en la embajada argentina en La Paz, en medio de la tensión que se vive en las calles del país andino y tras la renuncia el domingo del presidente Evo Morales, confirmaron este lunes a Efe fuentes de la Cancillería de Argentina.
Romero, a cargo de la cartera desde 2015, está "a resguardo" y no en figura de "asilo", especificaron las fuentes.
Antes de conocerse esta situación, el canciller argentino, Jorge Faurie, negó que el Ejecutivo de Mauricio Macri, quien dejará el poder el próximo 10 de diciembre tras perder las elecciones frente al peronista Alberto Fernández, haya recibido un "pedido de asilo" de Morales, ya sea en la Embajada argentina en La Paz o viajando al país.
Sin embargo, sí especificó que la "misión diplomática y red consular" de Argentina en Bolivia forma parte de una tradición que tiene el Estado de que cuando "alguien solicita resguardarse porque teme por su vida" sea recibido y se determine después la condición en la que permanece.
"Cuando peligra integridad física hay una tradición latinoamericana de brindar resguardo y Argentina adhiere a esta tradición", especificaron desde la Cancillería.
Morales anunció este domingo en un vídeo que renuncia a la Presidencia después de casi 14 años en el poder.
Esto se produce tras semanas de protestas en las calles -que han dejado al menos tres fallecidos y 421 heridos entre partidarios y detractores del mandatario Morales-, luego de los comicios del 20 de octubre pasado, que según Morales le dieron la victoria pero que la oposición acusa de fraudulentos.
Si bien diversos Gobiernos como el de México y Uruguay consideran que la salida del mandatario -cuya dimisión fue pedida por las Fuerzas Armadas- es un golpe de Estado, incluido el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, que asumirá el cargo el 10 de diciembre próximo, el actual Gobierno macrista descarta que se trate de esa situación.
"En este momento y siguiéndolo paso a paso, no están los elementos de describir esto como un golpe de Estado ya existente", dijo el ministro de Relaciones Exteriores tras la reunión del gabinete de ministros en la Casa Rosada.